La altura de la Capital será uno de los desafíos a vencer para los pilotos en el GP de México.

El piloto de Red Bull, Daniel Ricciardo, consideró que la altura es una de las cuestiones complicadas que los pilotos tienen que lidiar, como lo hicieron el año pasado en el trazado del Autódromo Hermanos Rodríguez.

"Fue muy interesante, fue más cansado por la altura. Va a ser muy interesante para los fanáticos si hace sol y calor es mejor. El piso se hace más resbaloso, no sientes que el coche se agarre al piso. Siempre vamos a tener menos agarre", comentó el australiano en su visita a México, antes de participar en un evento de luces de la F1 denominado Ofrendomo, con motivo del Día de muertos que se festeja en el País.

Tras su segunda visita a México quiso mostrar sus conocimientos sobre la cultura mexicana y con la mitad de la cara pintada de muerte refirió que entiende más sobre las tradiciones que celebran los mexicanos.

"Estoy aprendiendo algo al respecto, había gente con las caras pintadas el año pasado, ahora estoy entendiendo más, es para celebrar la muerte, ustedes lo vuelven algo positivo. Me encanta venir aquí, la población es enorme, los mexicanos son muy apasionados, están muy involucrados con el apoyo al deporte", agregó.

Ricciardo resaltó que el mexicano Sergio "Checo" Pérez realizará una buena carrera el fin de semana y subrayó que Nico Rosberg se llevará la bandera a cuadros el próximo domingo.

Enfrentó a muerte

Daniel Ricciardo se enfrentó de cerca a la "muerte".

En su visita a México, el piloto australiano enfrentó cara a cara a la muerte dentro de un domo que sirvió como representación de una ofrenda de Día de Muertos.

Vestido como calavera, Ricciardo fue el encargado de encender las velas del Ofrendomo en el acto final del performance creado por la marca Puma.

El espectáculo, que rindió tributo a la tradición mexicana, se dividió en cuatro etapas con cuatro elementos simbólicos como referencia al montaje de la ofrenda: el papel picado, las velas, las calaveras y la flor de cempasúchil.