Ya sabemos que "el futbol es lo más importante entre lo menos importante", si no me falla lo dijo Jorge Valdano en 1986, y de ahí comenzó a esparcirse la palabra.
El mundo comparte la preocupación por el Covid-19, pero todos tenemos preocupaciones menores que por más pequeñas o materialistas que sean, forman parte de nuestras vidas, y la falta de ellas se acentúa en medio de una crisis como la actual.
Si al "Chicharito" lo vuelve loco no poder activar su cuenta de Amazon Prime en plena cuarentena, o si a usted le come por dentro no tener futbol, se vale. Esto no significa que no sean conscientes sobre la grave situación que vive el mundo.
El pueblo mexicano necesita del futbol, como "Chicharito" de su Amazon Prime, y hay que encontrar la manera para dárselo.
En medio del "coronavirus digital" y las miles de mecánicas atemporales del deporte, aparecen dos noticias que nos hacen pensar que el deporte podría regresar muchos antes de lo imaginado: El presidente Donald Trump manifestando su interés de reactivar a los Estados Unidos a partir de pascua, incluyendo la actividad deportiva, y la información de que la Liga MX piensa regresar entre las ultimas dos semanas de mayo y las primeras de junio.
Evidentemente, con tanta información a nuestro alcance, las fechas parecen prematuras, sobre todo en México que la curva de contagio aún está por llegar a su pico, pero cuál sería el problema si se juegan a puerta cerrada.
Si equipos deportivos y televisoras le estamos "recomendando" (con tono de orden) a la gente que se quede en casa, entonces creo que lo más responsable sería brindarles el mejor entretenimiento en sus pantallas, y en el mundo, pocos espectáculos audiovisuales son tan grandes como el deporte en vivo.
Reactivemos el deporte con todos los cuidados pertinentes; pocas profesiones son tan privilegiadas en México como la del deportista, y estoy convencido que su mejor manera para contribuirle al mundo en tiempos de pandemia es jugando futbol, no mandando mensajitos y dominando papel de baño en las redes sociales.
Guardando proporción, los comentaristas deportivos también somos muy privilegiados, y al igual que los jugadores, creo que nuestra mayor oportunidad de ayudar, es haciendo nuestro trabajo.
Tendemos a pensar en los asistentes a un estadio como la audiencia principal, y en presencia si lo son, pero en cantidad están muy lejos de serlo. Para la Gran Final América Rayados entraron cerca de 90 mil espectadores al Estadio Azteca, nada comparado con los 20 millones que la vieron por televisión.
No dejemos que la cura sea peor que el problema y vayamos reactivando nuestras industrias sin miedo, pero con responsabilidad.
Twitter: @AldoFariasGzz |