Inició ayer la "Copa por Lana", que hoy sigue su curso.
Cuatro equipos en la cancha de las Chivas (Guadalajara, Atlas, Tigres y Mazatlán), y otros cuatro en la de Pumas, (América, Cruz Azul, Toluca y el anfitrión), para jugar cada uno sus tres partidos y de ahí pasar a las dos Semifinales y a la Final, últimos tres encuentros que se llevarán a cabo en la cancha de Ciudad Universitaria.
Una Final programada para jugarse el domingo 19 de julio, cinco días antes del arranque del Torneo de Apertura 2020.
Todo ello, si el coronavirus lo permite y las autoridades de salud no dicen otra cosa.
Un intrascendente torneo, sacado de la manga en el afán de conseguir un poco del mucho dinero que por la prolongada inactividad se ha perdido y seguirá perdiéndose.
Un torneo que además de su intrascendencia en lo futbolístico, de salida establece una nociva inequidad de cara al inicio del torneo que realmente vale.
En lugar de reconocer franca y abiertamente que dicha copa fue creada para reactivar lo antes posible la maquinaria del dinero -y que para esa reactivación quisieron incluir solamente a ocho de los equipos cuyos derechos de transmisión pertenecen a las dos grandes televisoras abiertas-, con la correspondiente manipulación de por medio pretenden presentarla, por un lado, como una generosa obra de caridad, y por el otro, como una magnífica oportunidad para cubrir la última etapa de preparación de cara al inicio de la Liga.
Preparación para ocho equipos, y que los otros 10 se preparen como quieran y puedan.
Así establecieron, impune y arbitrariamente, una increíble inequidad de condiciones desde antes de arrancar el torneo que verdaderamente importa.
Inequidad que en realidad no se sabe a quiénes terminará perjudicando a final de cuentas; si a los 10 equipos que no contarán con esos tres partidos de preparación (o cuatro o cinco), o a los ocho que debieron precipitar los tiempos e interrumpir el programa de trabajo previsto para llegar a la Liga en las mejores condiciones posibles.
¿Había forma de organizar algo mejor y más equitativo?
Por supuesto que la había, empezando por involucrar a los 18 equipos, acomodándolos, por ejemplo, en tres grupos de seis.
Tres grupos en tres sedes, con cinco partidos mínimo por equipo, para de ahí pasar a las Semifinales y a la Final.
En lugar de los 15 partidos que se jugarán en la "Copa por Lana", con esa otra auténtica y equitativa copa se hubieran jugado 48.
Siendo tan obvio que es dinero lo que buscan, evidentemente ahí lo hubieran encontrado al triple, con la diferencia de que en ese caso además hubieran establecido equidad de condiciones para los 18 participantes de cara al torneo programado para iniciar el 24 de julio, que en caso necesario bien podría haberse movido para iniciar en agosto.
En lugar de esa opción con más lana y la debida equidad, o de haber completado el torneo desaparecido (algo que pudieron hacer con un mínimo de 25 partidos y un máximo de 70), se inclinaron a favor de esta intrascendente "Copa por Lana".
Una decisión comprensible, solamente, si es que fue tomada entre copas.
Me imagino que sí.
Twitter: @rgomezjunco |