Hace 18 años, el legendario Julio César Chávez sufría su primera derrota como profesional, sensación que anhela no recaiga pronto en la figura de su hijo Julio, el campeón mundial Mediano del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), quien expone su corona el sábado.

El 29 de enero de 1994, JC caía por decisión dividida ante el estadounidense Frankie Randall en el estreno para el pugilismo de la Grand Garden Arena del Hotel MGM Grand & Casino de Las Vegas.

Además, el ídolo de Culiacán por primera vez en 90 peleas -llegó con marca de 89-0-1- visitaba la lona, en el round 11.

La tensión invade siempre a Julio cuando sus hijos suben al ring, y más esta ocasión, pues el "Junior" enfrenta la prueba más difícil de su carrera, contra el experimentado nacional Marco Antonio "Veneno" Rubio.

Y cómo no va estar con los pelos de punta, pues, en diciembre, Omar, otro de sus hijos, perdió el invicto contra Jorge "Maromerito" Páez.

"Julio ha entrenado muy fuerte y más porque tienen un rival muy complicado. El 'Veneno' tiene buena pegada y por eso ha hecho un gran trabajo, y ustedes lo verán. Ninguna pelea es fácil ya, es el campeón y todos quieren su título", dijo Julio padre.

El Alamodome, sede del combate del sábado, no le trae grandes recuerdos al "César del Boxeo".

Cuatro meses antes de la derrota con el "Cirujano" Randall, el 10 de septiembre de 1993, Chávez empató contra el estadounidense Pernell Whitaker, pleito donde falló en la búsqueda del cuarto cetro mundial en distintos pesos, el Welter del CMB.

Julio hijo ya ha peleado en dos ocasiones en la arena texana. En abril de 2007 noqueó en dos a Anthony Shuler, y en junio de 2010 ganó una dura pelea contra John Duddy, por decisión unánime.