Tras ser anulado arriba del ring y no poder conquistar la corona en un nuevo chance, el "Veneno" y su equipo sacaron las garras.

Marco Antonio Rubio y su gente reclamaron que no se hayan realizado exámenes antidoping después del combate donde Julio César Chávez hijo retuvo anoche por decisión unánime la corona Mediana del Consejo Mundial de Boxeo (CMB).

Resulta que tras el pleito celebrado en el Alamodome, la Comisión Atlética de Texas no solicitó en los vestidores exámenes a los púgiles. El equipo del "Veneno", de 31 años, reclamó enseguida al organismo boxístico, pero esa tarea corresponde a las autoridades estadounidenses.

"Vamos a meter una protesta formal, queremos que se hagan los exámenes", dijo Reginaldo Kuchle, promotor del lagunero.

"Julio es un peleador muy fuerte, fue una pelea dura. Fallamos en algunos cosas, lo reconozco", expresó Rubio.

"Del examen son cosas que empañan un triunfo, debe cumplirse con eso".

Ellos argumentan que es raro que Julio César haya dado el peso el viernes, pues dos semanas antes traía varios kilos de más, y señalaron el antecedente que tuvo el sinaloense en noviembre de 2009, donde fue suspendido siete meses y multado con 100 mil dólares por haber consumido un diurético para dar el peso previo a su pelea con Troy Rowland.