Ni Julio César Chávez Jr. ni Marco Antonio Rubio o cualquier otro boxeador que pisó el sábado el ring del Alamodome tiene que someterse a un examen antidopaje.

El reglamento de la Comisión Atlética del Estado de Texas no ordena exámenes. Es de las pocas comisiones en Estados Unidos que pasan por alto este procedimiento, distinto, por ejemplo, a la Comisión de Nevada, que regularmente recibe peleas importantes.

Rubio y su equipo protestaron tras perder el sábado por decisión unánime el pleito por el cetro Mediano del CMB. Afirmaron que no se habían realizado exámenes y hasta anunciaron que solicitarían formalmente una protesta al Consejo Mundial de Boxeo (CMB), para que los realizaran.

"Los exámenes se hacen a petición de los promotores o equipos, pero solamente en caso que se estipule en contrato, ya que en Texas no se practican exámenes antidopaje a ningún boxeador, esto es por regla.

"Se nos hace extraño que el equipo de Rubio diga eso y más cuando ellos sabían que así es", dijo una persona de la Comisión de Texas.

Trascendió que los exámenes ni los solicitaron previo al combate ni se estipularon en los contratos de ninguna pelea de la cartelera montada por la promotora Top Rank, que ha organizado funciones de primer nivel en ese mismo Estado, como en Dallas, donde ha peleado Manny Pacquiao y no se le examinó.

Reclama a Chávez

Bob Arum, titular de Top Rank, comentó que desea enfrentar a Chávez Jr. con los mejores Medianos, pero antes quiere que el sinaloense y monarca del CMB trabaje más para que no batalle para dar el peso reglamentario.

"Hay muchas peleas en mente, no descartamos a (Sergio "Maravilla") Martínez, también podría estar Antonio Margarito y otros como Miguel Ángel Cotto, pero sí quiero que Julio se concentre más, que no tenga problemas para el peso, que no se desgaste tanto", dijo.