Una "terrible" noche donde el tiempo le cobró factura.

Érik Morales hizo lo que pudo arriba del ring, pero se topó con un joven fuerte y rápido que al final se agenció el cetro Superligero del Consejo Mundial de Boxeo (CMB).

Danny García, estadounidense de origen boricua y con sólo 24 años de edad, se llevó una justa decisión unánime en una Reliant Arena que recibió a casi 9 mil aficionados que nunca dejaron de apoyar al fronterizo de 35 años.

Los tres jueces vieron ganador a García (118-109, 117-111 y 116-112), quien al final del pleito se soltó llorando de felicidad, mientras que el tijuanense sabe que las piernas y el cuerpo ya no es el mismo. El viernes no dio el peso reglamentario, pasándose por dos libras, lo que hizo que perdiera la corona en la báscula más 50 mil dólares a favor de Danny.

"Fue una pelea muy difícil y tengo que aceptar que perdí", dijo Morales. "Es un buen peleador, no un gran peleador. Es joven muy fuerte y parece que a mi la edad me está comenzando a pesar".

Tras ocho asaltos, Érik sabía que iba abajo en las puntuaciones y tenía que salir a matar.

Comenzó a agarrar ritmo y parecía que García se doblaba. La sangre comenzó a brotar en el rostro de Danny, y cuando el mexicano estaba en su mejor momento, en el round 11, vino una izquierda a la mandíbula que mandó a la lona al cuatro veces campeón del mundo en distintos pesos.

-¿Te vas del boxeo?
"Lo estoy pensando, realmente sí lo estoy considerando", añadió.

Morales dejó su récord en 52-8, 36 KO's, mientras que García sigue invicto con 23-0, 14 KO's.

"Vine muy bien preparado porque sabía que iba a ser una sangrienta guerra, quería sacar el campeonato como quiera que fuera", dijo García. "Aquí está el resultado del trabajo de muchos años".