Jorge Azair es todo un guerrero. FOTO: Archivo

Jorge Azair es un doble sobreviviente.

Cuando parecía recuperarse del linfoma de Hodgkin fue diagnosticado con Covid-19, pasó ocho días en terapia intensiva y ahora espera un trasplante de médula.

Azair sabe de grandes hazañas y de resultados contra los pronósticos, fuera y dentro de la cancha, como fue haber clasificado a la Selección Mexicana varonil de voleibol de sala a los Juegos Olímpicos de Río 2016 después de 48 años de ausencia de México en esta disciplina.

Una pequeña protuberancia en la ingle fue la primera alerta después de regresar de la justa olímpica. Al entrenador mexicano no le pareció de real importancia al ser tan minúscula. Dos años después aparecieron en más partes de su cuerpo y el diagnóstico fue irreversible.

Ahí comenzó uno de los "partidos" más difíciles de su vida. El hombre que sostenía al equipo tuvo que plantarse ante sus jugadores y enfrentar la noticia porque sabía que en algún momento del tratamiento tendría que ausentarse.

"Sí te desgasta. Traté de que no me pegara tanto. Saliendo de la quimioterapia descansaba uno o dos días y retomaba mi vida normal. Trato de estar activo haciendo ejercicio y siento que eso me ha ayudado mucho. El entrenamiento me motiva", recordó Azair vía telefónica desde Nuevo León, donde radica.

"Hablé con el grupo. Estábamos concentrados con Selección y les comenté que iba a faltar el día que me dieran la quimioterapia. Fue sorpresa para ellos, me brindaron su apoyo, y la mejor manera en la que podría sentirme apoyado era que trabajaran fuerte".

Dejó de fumar, cambió de alimentación y continuó haciendo ejercicio para fortalecer su sistema inmunológico.

Este año se encontraba en remisión parcial de cáncer, algunos signos y síntomas de la enfermedad han desaparecido, pero no todos. Y cuando el panorama parecía optimista, contrajo Covid-19 a principios de mayo.

"Me ayudaron mucho los ejercicios de respiración. A veces no podía (hacerlos) porque me daba tos, lo poco que podía respirar lo hacía (los ejercicios) y me ayudó mucho. Llegué a punto de que me intubaran", mencionó a un poco más de un mes de ser dado de alta de la Covid-19 en el Hospital Universitario de Monterrey.

"Ha sido una gran experiencia. Me ha dejado mucho aprendizaje, saber que somos seres humanos y estamos expuestos a todo y hay que cuidarnos. Trato de compartir con los muchachos esto. Hay que enfrentar las cosas con valor y decisión, tomarlo como una competencia, pero contigo mismo".

Sus fuerzas están enfocadas ahora en construir un equipo competitivo hacia los Juegos Olímpicos de París 2024 o Los Ángeles 2028, con jugadores de experiencia como Gonzalo Ruiz, Pedro y Jesús Rangel y Jesús Perales, que fueron parte del conjunto que volvió a México a una justa olímpica después de casi medio siglo; acompañados de nuevas promesas como Julio Duarte, Alexis Garay o Josué López.

"Viene una generación interesante y de mucho talento", afirmó.

El partido de su vida se fue a un set extra y será en agosto que le definan si será candidato a un transplante de médula.

CONÓCELO
JORGE MIGUEL AZAIR LÓPEZ
Ciudad de México
Entrenador olímpico de la Selección Mexicana varonil de voleibol de sala en Río 2016
Actual entrenador de la Selección de primera fuerza

@YGayossoCANCHA