• Diego Alonso tiene a Pachuca como uno de los equipos más sólidos del torneo. FOTO: Archivo

Diego Alonso caminó sobre hielo en su primer año con el Pachuca.

Pocos querían al técnico, y en ese grupo no estaba el grueso de la plantilla, partidaria de Enrique Meza. Un Clausura 2015 sin clasificar y un Apertura con cinco derrotas en ochos partidos obligaron a la directiva a encerrarse con los jugadores y advertir que nadie le tendería la cama al uruguayo.

"En la Fecha 8 todo mundo quería que lo corriéramos, el aficionado, mucha gente no confiaba en él, los mismos jugadores, tuvimos ahí que apretar muy duro y decirles que era nuestro técnico ideal", reveló Jesús Martínez a CANCHA.

Desde la firma del contrato, Diego le jugó al kamikaze. Por su ambición por recibir una oportunidad en la Primera División de México, aceptó un salario que no era ni la mitad del de Óscar Pérez.

Por eso antes de clasificar a la Liguilla y amarrar así un aumento de casi el 200 por ciento, antes de siquiera soñar con dirigir su segunda Final como ocurrirá esta noche ante Tigres, Alonso bien podrá recordar la noche del 19 de septiembre de 2015.

"Hubo un punto de quiebre en un partido en Culiacán, teníamos la soga en el cuello e hicimos un punto de compromiso para salir adelante. Gol de 'Chucky' (Hirving Lozano), gol del 'Guti' (Érick Gutiérrez), ganamos 2-1 un partido dificilísimo contra Dorados, esa victoria la celebramos como si fuera un campeonato", recordó Martínez. El hielo resistió.