Uriel Adriano hizo ayer historia en el Campeonato Mundial de Taekwondo, en Puebla, al colgarse la medalla de oro en la categoría menos de 74 kilos.

Oriundo de Ciudad Victoria, Tamaulipas, el peleador de 23 años hizo valer su experiencia y veteranía en la Selección Mexicana y consiguió su primer podio del orbe, el segundo título mundial varonil de México.

Adriano, quien de niño soñaba con ser jugador de futbol americano, se inició en el arte marcial cuando cursaba preescolar porque era hiperactivo.

Pero cuando llegó a cinta azul avanzada dejó de interesarle debido a la presión de sus profesores.

"Gracias a mi mamá estoy en el taekwondo, ella me dijo: 'llega hasta cinta negra y si después ya no quieres, se acaba'. Fui cinta roja y me empezó a gustar, me llevaron a un estatal y gané", recordó.

Uriel sorprendió a los 16 años al adjudicarse el campeonato del Nacional de adultos.

A sólo unos meses de formar parte del equipo tricolor, el taekwondoín participó en su primera justa internacional, el Campeonato Panamericano de la especialidad en Buenos Aires, Argentina.

"Me tocó entrenar con los grandes: Óscar Salazar, Rodrigo e Iridia (Salazar). Tengo esa experiencia de haber entrenado con los más grandes del taekwondo en esa época, y pues ahora me pongo a pensar que tal vez me toque a mí ser de esos pioneros", mencionó antes de ir a Puebla, donde logró este objetivo.

Adriano es ejemplo de que con trabajo, dedicación y esfuerzo los sueños se hacen realidad.