Robert Dante Siboldi hizo a Santos campeón en mayo y ahora dejó al equipo. FOTO: Mexsport

La campeonitis le pegó a Santos donde menos lo esperaba.

Robert Dante Siboldi perdió la brújula, se enfrascó en diversos conflictos con parte de su cuerpo técnico, que al final derivaron en un encontronazo con el zaguero, Gerardo Alcoba, por lo que se vio orillado a poner su renuncia, dejando al equipo en una posición vulnerable de cara al duelo contra Chivas.

Llegó al relevo Salvador Reyes, quien fungía como encargado de las fuerzas básicas del club y ahora tendrá la misión de recuperar el ánimo del equipo en 4 días.

"Son dos temas que se juntan, no hay que revolverlos, uno es un conflicto que se origina entre los miembros del cuerpo técnico, que acaba involucrando a un jugador, y ante esta situación que rebasa ciertas líneas, Siboldi y su cuerpo técnico presentan la renuncia", detalló a CANCHA José Riestra, vicepresidente del equipo.

"Hay que aceptar que hubo campeonitis, que se nos nubló la vista y que entró por el lugar donde menos pensábamos y las consecuencias las estamos viviendo".

Alcoba recibió una sanción económica por los reclamos que le hizo a Siboldi y además tendrá que resarcirse ante sus compañeros, cuerpo técnico e institución.

El zaguero aprovechó una conferencia que se dio en La Comarca Lagunera para asumir su falta y no dio paso a ninguna pregunta.

"Sobre reaccioné (sic) creyendo injusta determinada situación, lo único que les quiero decir es que la verdad es la única arma que tiene un verdadero hombre", declaró.

Con Siboldi también se fueron Leandro Cufré, Pablo Sanguinetti y Gonzalo Ciugliti.

El vicepresidente de los Guerreros negó que las rotaciones que hizo el ex técnico fueran uno de los detonantes, ya que el portero Jonathan Orozco se fue a la banca las dos primeras jornadas y Alcoba perdió la titularidad en la Fecha 3, además de la capitanía, ya que en el torneo de Copa la cinta se la entregaron a Diego de Buen.

"Fue una gran sorpresa para todos (lo ocurrido con Siboldi), después de 4 años de trabajo y lograr muchas cosas juntos, lo dice bien nuestro presidente (Alejandro Irarragorri), que muchas veces es más fácil digerir un fracaso que un éxito", recalcó Riestra.

"El éxito trae cosas muy buenas, pero también muy malas, no te deja ver y empiezas a creer que el éxito es por uno solo, se les olvida que es de todos, uno se empieza a nublar, no tienes claridad y cometes errores, todos los actos tienen consecuencias y desafortunadamente hoy se presentó uno".