Drew Brees lanzó el TD 500 de su vida la semana pasada. FOTO: AP

La última vez que Santos y Vikingos se enfrentaron, los aficionados en Minnesota brindaron por Stefon Diggs con jarras de Surly y la gente en Louisiana lloró en un gumbo.

Esta noche se vuelven a enfrentar en el duelo estelar de la jornada dominical de la Semana 8 de la NFL y Nueva Orleans espera que no haya otro "Milagro de Minneapolis".

"No es una revancha. Es otra temporada, estos son nuevos equipos, aunque muchos de los jugadores son los mismos. Sabemos que necesitamos hacer nuestro mejor juego y ejecutarlo a la perfección para ganar", recalcó Drew Brees.

El año pasado durante la Ronda Divisional en el U.S. Bank Stadium, Case Keenum lanzó un pase desesperado en los últimos segundos del partido para Diggs, quien lo llevó hasta las diagonales, mientras el reloj del último cuarto expiraba, para que los Vikingos vencieran 29-24 a los Santos y avanzaran al Juego de Campeonato de la NFC.

Nueva Orleans ha ligado cinco victorias, luego de perder el juego inaugural de la campaña ante Tampa Bay. La semana pasada derrotaron a Baltimore, un equipo con calibre de Playoffs, y ahora chocan ante Minnesota, que lidera el Norte de la Nacional y tiene marca de 14-3 ante los Santos en casa.

"Un tipo como él (Brees) ha visto tanto que puede descifrar las cosas muy rápido sobre la marcha y también tiene buenos jugadores. Michael Thomas es bueno (Alvin) Kamara es bueno, (Mike) Ingram es bueno", afirmó el coach Mike Zimmer.