• El tlaxcalteca Sergio Flores fue el triunfador de la corrida de esta tarde en a Plaza México al cortar la única oreja del festejo, en el sexto toro de la tarde. FOTO: Cortesía

El tlaxcalteca Sergio Flores mantiene su extraordinaria relación con el público de la Plaza México que ayer lo volvió a ver triunfar.

Cortó la única oreja del festejo al sexto, después de que por sus fallas con la espada, dejó ir otra, cuando menos, de su primero al que también le hizo una emocionante faena.

Flores estuvo a la altura de sus dos enemigos, su primero bravo y muy emotivo, sobre todo por el pitón derecho, lo que le permitió al tlaxcalteca hacer una labor que tuvo mucho eco en el tendido, pues hubo hondura en cada uno de los muletazos hilvanados.

Por el izquierdo, el toro no quiso nada, se quedaba corto y Sergio, cuando menos, lo dejó ver para que nadie cuestionara su labor al natural.

Pinchó y todo quedó en una cerrada ovación.

Con su segundo, precioso de hechuras, Flores disfrutó de las nobles embestidas de un astado de Xajay que tuvo calidad. Tandas templadas, de muletazos largos y de muy buen gusto.

La faena fue rematada, primero con un pinchazo, y después con una estocada entera lo que le valió cortar una oreja que bien concedieron el juez de plaza Jesús Morales y su asesor Juan Vázquez.

Flores volvió a triunfar ante una afición a la que ha conquistado.

El español Diego Urdiales tuvo importantes momentos con su primero, un astado bravo y de buen estilo, al que pinchó, tras haberle dado muletazos con esa personalidad que le caracteriza. Con sus otros dos -uno que mató por "El Payo", quien fue lesionado- no se encontró, pese a que los astados tuvieron cualidades, sobre todo en claridad. El español siempre mantuvo las zapatillas bien plantadas en la arena.

Por segunda tarde consecutiva Octavio García "El Payo" terminó en la enfermería de la plaza, esta vez no por una cornada, sino por un fortísimo golpe que en las costillas derechas le dio su primer toro. Aunque salió de la enfermería para dar muerte a su primero, ya no pudo ejercer en su segundo astado.