• Sergio Flores se llevó el triunfo en el cierre de la Temporada Grande. FOTO: Ángel Guevara

• Flores mostró temple en la Plaza de Toros México FOTO: Ángel Guevara

Sergio Flores concluyó ayer una temporada más que exitosa, en la que se consagró como un torero que el público ha tomado como bandera.

Cortó una oreja, pero salió con dos de la Plaza México, una de ellas, la de Oro, que otorgó la Asociación de Matadores, tras la decisión popular, pues también Arturo Saldívar había conseguido un apéndice.

El tlaxcalteca logró una faena emocionante a más no poder, con un excepcional toro de Arturo Gilio, que además de buena presencia, tuvo bravura, nobleza, calidad, fijeza. En fin, un dechado de virtudes que bien aprovechó Flores y permitieron emocionar al público.
Los muletazos largos, templados; otros emocionantes, unos de adorno y muchos de pasarse al toro cerca. Al final una de las mejores faenas que realizó en esta temporada en la que cortó cuatro orejas.

A su primero de Cieneguilla, que fue bravo, Sergio le hizo una faena seria, que malogró con la espada.

Ayer el tlaxcalteca Flores, que hoy será operado de aquellas dramáticas cornadas del 25 de agosto del 2017 en San Luis Potosí, donde un toro de Xajay le destrozó los brazos, salió en esos brazos, no sólo con el Oro de la Oreja, sino con el respeto del público.
Lo de Saldívar tuvo también repercusión porque consiguió en su primero una faena artística. Su toreo estético y firme le llevó a cortar una oreja. En su segundo se recreó también, pero pinchó y oyó dos avisos. Regaló otro pero hubo poca fortuna. Se llevó dos revolcones fuertes y se levantó sin mirarse la ropa.

Entró al cartel, sin haber actuado en la temporada, Michelito Lagravere para confirmar su alternativa. Su primero se lastimó y aunque buscaron 50 minutos en regresarlo a los corrales, tuvo que estoquearlo Saldívar. Anduvo ausente Lagravere en sus dos, pero muy presente con un regalo, un noble y bravo toro de San Mateo que también recibió arrastre lento.

Los ganaderos Germán Mercado, Arturo Gilio e Ignacio García, deben estar satisfechos de un cerrojazo de oro a la Temporada Grande.