El sonorense cumplirá promesa a sus padres. FOTO: Archivo

En los parques de beisbol de Tokio, un mexicano impartirá justicia durante los Juegos Olímpicos.

La complicidad entre Jair Fernández y el Rey de los Deportes no fue casualidad.
En Hermosillo, Sonora, de donde es originario, aprendió a apreciar el juego de pelota desde las gradas, después como jugador, y luego una lesión, lo llevó a desempeñarse como ampáyer.

Con 17 años de experiencia en la Liga Mexicana de Beisbol, Jair le cumplirá la promesa a sus padres: Ángel Francisco Fernández e Irma Duarte, de participar en una justa olímpica en el deporte que más aman.

¿Cómo se siente de participar en unos JO?
Súper emocionado. Es algo demasiado grande que me ha dado tanta felicidad. Esto me cayó como un balde de agua fría, no sabía si reír o llorar hasta que le hablé por teléfono a mi esposa que ya se había ido a trabajar y cuando ella me contestó ahí fue cuando me cayó el 20 y me solté llorando. Ella se preocupó y me dijo: 'qué tienes, qué pasa' y ella también se puso a llorar junto conmigo cuando le di la noticia.

¿Alguna vez imaginó cumplir esa meta?
Yo trabajé para eso. Yo me acuerdo cuando se dio a conocer que el beisbol iba a regresar a Tokio, yo le dije a mi apá que yo iba a estar ahí con el favor de Dios y bendito Dios me dio esta bendición y ahorita que tengo a mi padre conmigo aún pues cumplírselo.

Su padre, ¿qué le dijo?
Cuando yo le comenté eso me dijo que con el favor de Dios y el día en que me enteré, después de hablarle a mi esposa, le hablé a mis papás y la que me contestó fue mi mamá y ya ella se puso a llorar, le dijo a mi papá: 'ven Pancho que te tienen una súper noticia', y cuando le dije no podía ni hablar y también se soltó a llorar porque seguramente se acordó de aquello que le dije.

¿Siempre se vio como ampáyer?
La verdad es que primero fui jugador, pero me lesioné y ya no funcionaba ahí. Sabía que quería estar cerca del beisbol, pero no de la misma forma así que me quedé como ampáyer, y me acuerdo que el primer partido en el que estuve (sancionando) fue de softbol, no beisbol.

¿Es una profesión sufrida?
Es lo que muchos dicen pero yo difiero, a mí el beisbol me ha dado mucho. El respeto en el campo y fuera de él siempre debe de estar, no importa si eres el pelotero o el ampáyer, respeto es respeto. Yo me siento muy bendecido porque fue gracias al beisbol que conocí a mi esposa, que puedo hacer lo que me gusta, que puedo conocer otros Estados y ahora puedo ir a unos Juegos Olímpicos.

¿Todo ha sido felicidad en el diamante?
Deportivamente si, personalmente no siempre. Uno de los momentos más felices en mi vida fue que me otorgaron un permiso, en plena serie, para poder viajar y ver el nacimiento de mi hija. Pero hubo otra ocasión en la que durante el juego me enteré que mi abuelita ya había fallecido, y ella no pudo verme nunca como ampáyer.

¿Qué le diría a su "yo" de niño?
Que luche, que no se dé por vencido nunca, que vienen cosas muy buenas para él, pero que trabaje por ellas y que siempre sea agradecido con todos, en especial con sus papás.