El costo de casi 2 mil millones de euros del nuevo estadio para acoger los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 es considerado demasiado elevado por mas del 80 por ciento de los ciudadanos japoneses, según una encuesta, después de que políticos e intelectuales ya criticaran la cantidad destinada al proyecto.

Según un sondeo de la cadena pública NHK entre mil ciudadanos de más de 20 años, un 81 por ciento consideran que la cantidad es difícilmente aceptable.

En un primer momento, el estadio debía costar 162 mil millones de yenes (mil doscientos millones de euros), pero el coste se elevó a 252 millones de yenes (mil novecientos millones de euros).

Los expertos consideran que la cantidad es demasiada alta para la construcción de un estadio y ha provocado indignación en sectores del país asiático.

El gobernador de Tokio, Yoichi Masuzoe, inició un pulso con el Ministerio de Deportes por la financiación de ese estadio Olímpico. Acusa al gobierno central de "irresponsabilidad", reprochándole que se pretenda cargar el peso de ese estadio "con vocación nacional" a los contribuyentes de la capital.

El novelista de éxito e intelectual Keiichi Hirano se ha enfadado también con el proyecto y ha dicho que "el gobierno toma a los ciudadanos por imbéciles que no comprenden nada".

Las obras del estadio deben comenzar en octubre y estarían terminadas en mayo de 2019, justo a tiempo para acoger partidos del Mundial de rugby de 2019, un año antes de los Juegos Olímpicos de Tokio.

La construcción del recinto deportivo, diseñado por la arquitecta iraquí-británica Zaha Hadid, ha sido objeto de polémicas desde hace dos años, no sólo por su coste sino también por su estética.