La carrera de Roberto Osuna estuvo cerca de terminar antes de siquiera empezar.

"La vida del pelotero es muy dura, yo lo sabía, es muy corta. Pero yo lo veía a él muy entusiasmado y nunca le gustó ir a la escuela", recuerda Roberto "Chufo" Osuna, padre del ahora cerrador de Toronto.

A los 12 años, Osuna le pidió a sus padres abandonar la escuela y dedicarse de lleno a ser como su padre.

Roberto había sido seleccionado para un Mundial infantil en Japón y en la secundaria le negaron el permiso.

Era la escuela o trabajar y entrenar.

"Me criticaron mucho. Pero ahora, las críticas porque no estudió, ahora se volvieron felicitaciones. Es un riesgo, pero si le metes empeño, como yo se lo veía a mi hijo te va bien y después del sacrificio, viene la recompensa", dijo el padre.

El cerrador creció prácticamente en los campos de beisbol. Su padre jugó 17 años, en 15 plazas, y a donde iba cargaba con la familia.

"Desde chiquito me lo llevaba al estadio, lo metía al campo. Ya a los dos años tiraba muy bien y bateaba. Pero siempre andaba con una pelota, me decía, '¡papá, papá!, quiero lanzar como tú".

Al retirarse, el dinero comenzó a escasear en la casa.

El "Chufo" encontró manera de ganar dinero entrenando niños y ante la petición de su hijo de salirse de la escuela, se dedicó a forjar su camino a Grandes Ligas.

A los 14 fue observado los Diablos Rojos, mientras lanzaba en Los Mochis; tres años después firmó con Toronto y en dos años brincó al gran show.

"No me lo esperaba, me ha sorprendido mucho, las cosas han pasado muy rápido; pero complicado, por lesiones, pero ya las pasé, gracias a mi padre", dijo Osuna.

Roberto tiene dos hermanos, Pedro y Alex, de 13 años, uno lanzador y otro receptor, quienes ya son pretendidos en las Mayores.

"Él dejó la escuela por nosotros y trabajó duro. Ahora vamos a buenas escuelas y vivimos en una buena casa y doy gracias a Dios por lo que hizo", confiesa Alex.

"Lo que nosotros somos, lo que hemos hecho se lo debemos a nuestro padre, él siempre nos ha inculcado lo mejor dentro y fuera del terreno. Me siento contento de que mis hermanos estén siguiendo los pasos de nosotros y ojalá puedan llegar a hacer una excelente carrera en Grandes Ligas", dijo el flamante refuerzo de los Charros.

Por ello cuando le dicen "Cañoncito", en referencia a su tío quien llegó a Grandes Ligas, Roberto prefiere que lo llamen "Chufito".

VIENE EN SERIO

A quien piense que Roberto Osuna es una táctica mercadológica y que viene de vacaciones a Zapopan, el "Chufito" le tiene un mensaje.

"Vengo a dar lo mejor, no vengo a jugar, en el sentido de tomar las cosas como un juego, vengo a hacer un trabajo, soy un profesional, vengo a darle satisfacciones a la gente", dijo Osuna a CANCHA.

El cerrador de 21 años estará disponible para debutar con Charros este fin de semana, en Los Mochis.

"Me siento emocionado, agradecido con Dios por poder venir y con el único propósito que tengo, que es ayudarlos (a Charros a ir a Playoffs). Esta Liga es muy dura, es de un gran nivel y para mí es mucha ilusión, vengo a hacer lo mismo que hago en Grandes Ligas y dar lo mejor de mí".

Osuna, quien tuvo 36 rescates y efectividad de 2.68 este año con Toronto, llega a un equipo que no atraviesa su mejor momento, que pelea rescatar un lugar en Playoffs y el derecho descarta que él solo es la solución.

"Yo vengo a hacer mi trabajo, con lo poquito que yo pueda colaborar, yo no pudo hacer nada fuera de mis capacidades, yo me voy a concentrar en hacer lo que yo pueda", expresó.

Jalisco incorporará esta semana a dos ligamayoristas: Sergio Romo y Osuna, dos cerradores con experiencia que serán de ayuda a un staff de pitcheo que es último en efectividad colectiva en la Liga Mexicana del Pacífico.

Osuna no ha dejado de entrenar desde que Toronto fue eliminado en la Serie de Campeonato de la Americana, por lo cual asegura está en ritmo, pero le falta conocimiento de la Liga.

"Me siento bien, fuerte. Me he mantenido preparándome, sólo tuve un fin de semana de descanso, me siento bien físicamente, lo único (que me ha faltado) es que no he visto bateadores en esta temporada, pero me siento bien y tengo confianza de que las cosas van a salir bien.

"Espero y la (afición) me reciban bien bien, para mí es un honor poder jugar aquí, ante la gente que siempre me ha apoyado, que ha estado para mí, eso significa mucho para mí. Espero hacer un trabajo bien, para darles una satisfacción", manifestó.