Que le baje dos rayitas Dejando a un lado qué tal se jugó ante Costa Rica y los 7 puntos que ha sumado México en los primeros 3 partidos del Hexagonal, es importante echarle ojo a la cantidad de lesionados, la mayoría de orden muscular, que últimamente arroja el equipo en cada convocatoria.
Ahora para visitar a Trinidad y Tobago, a las ya anunciadas bajas de Andrés Guardado y a las molestias previas de Héctor Moreno (aunque sí jugó, pero ahora está suspendido), se suman las de Rafael Márquez y Jürgen Damm, con lesiones musculares.
En una convocatoria anterior, uno de los "europeos" comentó que a Juan Carlos Osorio se le pasaba la mano en el trabajo de dinámica en los entrenamientos, cuando varios de ellos traen viajes a cuestas, dura actividad de partidos y prácticas con sus clubes.
"Su método es muy bueno, pero esa intensidad que nos pone es para un club, no para una Selección. Podría bajarle un poquito y aumentar más lo táctico", sugirió ese seleccionado que juega en Holanda.
Tan sólo el jueves, un día antes del partido en el Azteca, el colombiano metió más de dos horas de movimientos intensos para acentuar la velocidad y dinámica.
Y si a eso le sumamos que los cambios inoportunos por lesión de Márquez y Javier Hernández, que obligaron a Néstor Araujo y Héctor Herrera a terminar el juego arrastrando las piernas y con calambres, pues la cosa se pone peor.
Ahorita los rivales son Costa Rica o Trinidad y Tobago, pero imaginen que esto pasa en Confederaciones ante Portugal o Rusia... Ahí sí vamos todos a llorar.
Cuñado incómodo En ese pequeño mundo de los árbitros se desarrollan todo tipo de novelas, y una de ellas tiene como protagonista a alguien apodado "El Cuñado Incómodo".
Ese es el calificativo con el que algunos silbantes se dirigen a Érick Yair Miranda, un tipo muy estudioso y quien incluso presume un doctorado en ingeniería química, pero que también ha generado cierta antipatía en el medio.
Dicen que a los árbitros no les ha gustado que la sombra de Miranda sea el mismísimo Paco Chacón, a quien en constantes ocasiones escucharon decir que iba "a la casa de su cuñado" Érick Yair, con quien siempre ha sido uña y mugre.
El problema no es esa relación, sino que además de que Miranda llegó al arbitraje por invitación de Chacón, cuentan que él movió todas sus influencias para que el ingeniero recibiera en 2016 el gafete FIFA, lo cual representa mejores ingresos.
A muchos no les pareció que le quitaran la distinción a Miguel Ángel Flores y mucho menos porque antes que ver en Érick Yair a todo un ejemplo por su dedicación a los estudios, muchos no pueden quitarse de la mente su cercanía con Chacón.
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