El arranque del torneo no llegó en condiciones ideales.

El verano fue intenso con la actividad de las selecciones nacionales, lo que se junta con la fecha de arranque -muy prematura respecto a las ligas europeas- y la falta de varios planteles completos para la pretemporada y los entrenamientos futbolísticos.

Así que con los consecuentes cambios de jugadores, refuerzos por llegar y queriendo silbar y comer pinole al mismo tiempo, a varios conjuntos les falta eso, cohesión, que irán adquiriendo conforme avance la campaña.

El futbol mexicano tiene una característica contra la que lucha constantemente: la irregularidad. No solo la selección juega bien un día y mal al otro. En la Liga MX ocurre lo mismo con marcada frecuencia.

Así, el Querétaro que se presentó en el Azteca para hacerle un partido inteligente y organizado al América que sufrió derrota a domicilio, ahora va al Corregidora y pierde por goleada frente a los valerosos Lobos BUAP sin tener al cabo de los noventa minutos donde meter la cara de tanta vergüenza.

Pero no es el único al que le pasaron cosas: el propio América fue a Pachuca para iniciar un cuesta arriba de dificultad en su calendario y le quitó un largo invicto en casa a los tuzos. Las Águilas recuperaron jugadores que no pudieron actuar en la primera jornada, y eso ayudó a darle vuelta al mal trago y a tomar ánimo para enfrentar el clásico del próximo sábado frente a unos Pumas que siempre son peligrosos.

Cruz Azul, que convenció en Tijuana la semana pasada, ahora no pudo con las Chivas que también resarcieron varias ausencias de la presentación.

La desesperación azul en la banca, la impaciencia de Paco Jémez y hasta sus declaraciones haciendo responsable a su directiva de contratar mas refuerzos por las lesiones de dos de sus titulares, parecieron fuera de tono precisamente por tratarse de la segunda fecha.

Las sustituciones para Martín Rodríguez y Julián Domínguez deberán ser acordadas en el escritorio de la dirección deportiva y no en la conferencia de prensa. Parece mucha la ansiedad.

El León no las trae consigo y se puede entender mejor la mala cara: sin puntos en dos jornadas y con deficiencias graves en su funcionamiento, no hará olvidar, de seguir la tendencia, el mal torneo anterior en el que pese a todo fue sostenido su entrenador.

En la fecha tres, se espera con especial atención el mencionado América-Pumas y un Chivas-Necaxa que no se oye mal.

Cada uno irá encontrando su nivel y estabilidad. El correr de las fechas minimizará esas bolsas de cal y arena.

 
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