San Cadilla
en CANCHA


Impulso familiar
 
Después del terremoto emocional y demás que le causó el anuncio del Departamento del Tesoro, Rafael Márquez cada vez vuelve más a escena.

Los primeros días después del bombazo de noticia, el hasta ahora capitán del Atlas y la Selección Mexicana desapareció por completo de las redes sociales -Facebook incluso cerró su perfil.

Ahora, la que se ha

encargado de comunicar que Márquez está entrenando como si estuviera en competencia es su esposa Jaydy Michel, quien con mensajes motivacionales hace sentir a su esposo que no está solo y que su carrera no ha terminado.

La misma Jaydy se ha encargado de subir a las redes sociales, sobre todo en la última semana, pequeños momentos en familia, en los cuales quiere destacar que Leonardo, el hijo del matrimonio, es el motor que está sacando adelante a la ex figura del Barcelona.

Márquez ha dejado ver en varios videos que le gusta ser un padre amoroso, hasta con sonidos de "vaquita" para que su pequeño se ría. Lo baña, bromea y hasta le saca uno que otro "hola". Se nota que su hijo es su fortaleza.

Jaydy ha jugado un papel fundamental en este broncota que enfrenta el central, pues no deja de presumirlo como la persona que es.

Actualmente, el futbolista se dedica a realizar una comprobación minuciosa de su patrimonio, y los expertos indican que le llevará mínimo unos ocho meses salir de la lista del Departamento del Tesoro, si todo sale bien.

Por lo pronto, el michoacano entrena en su clínica, sobre todo el aspecto físico, pues todos sabemos que su técnica individual no la perderá.

 
 
La pasan mal con el temblor
 
Los que la pasaron mal con el temblor de la semana pasada fueron el futbolista Felipe Mora y su familia.

Fíjense que el chileno y su esposa María, así como a su hijo, les cayó muy mal el sismo del jueves casi a medianoche, a pesar de que su natal Chile es también un país en el que tiembla con frecuencia.

Y es que fue un duro golpe para la señora de Mora porque estaba sola con su hijo en un piso alto del edificio donde viven, al sur de la Ciudad de México, mientras el delantero celeste se encontraba en Puebla, ya concentrado para el partido del día siguiente.

Me contaron por ahí que fue tal el impacto, que el atacante pensó incluso abandonar la concentración en territorio poblano ante el susto que se llevó su esposa.

Sin embargo, la mujer de Mora soportó y en cuanto se vieron el sábado en la madrugada fue un alivio.

Poco a poco, María deja atrás el trago amargo que se llevó en su nueva casa, tras llegar en el verano a México.

 
 
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