¡'Zeke' está de vuelta!

José Pablo Coello
en CANCHA


Los Vaqueros llegaron a la presente campaña con etiqueta de favoritos para pelear por la supremacía en la Conferencia Nacional.

Tras haber concluido la temporada anterior con la mejor marca de dicho sector y haber caído de forma dramática ante Green Bay en la Ronda Divisional, el equipo de la estrella solitaria parecía tener elementos de sobra para mejorar la brillante actuación del

2016.

Sin embargo, la escuadra de Jason Garrett llegó a la mitad del camino con tres derrotas y tuvo que lidiar con la suspensión de seis partidos de su jugador más importante a partir de la Semana 10.

Y ahora que finalmente Ezekiel Elliot está en condiciones de regresar, Dallas está al borde de la eliminación.

Por lo pronto, hoy enfrentan en casa a los Halcones Marinos, otra organización que ha sufrido mucho por las ausencias de varios de sus jugadores fundamentales.

Seattle también se juega la vida en el AT&T Stadium, por lo que el duelo de esta tarde es un partido de Playoffs en plena Semana 16.

La presencia de Elliot en el campo, el hecho de que el enfrentamiento sea en casa de los Vaqueros y lo mal que se vio el equipo de Pete Carroll ante Carneros el domingo anterior me hacen pensar que Dallas pudiera mantener vivas sus esperanzas de avanzar, con una victoria.

Sin embargo, aun si consiguieran superar este primer obstáculo, todavía tendrían que derrotar a Filadelfia en la jornada final del calendario regular y esperar una complicada combinación de resultados para meterse a los Playoffs.

Aun así, el hecho de tener de regreso en el campo a "Zeke" Elliot es una muy buena noticia para el equipo de Jerry Jones.

Si los astros llegan alinearse y los Vaqueros se meten a la postemporada, estoy convencido de que serán un rival muy incómodo al que nadie querrá enfrentar.

Jugando con dinero de la casa, con una ofensiva que puede llegar a ser muy dominante y una defensa competitiva, tendrían opciones de oponerle resistencia a cualquiera.

Y si, por el contrario, se da la lógica y Dallas se queda en la orilla, los problemas de su estelar corredor habrán quedado en el pasado y podrán contar con él, sin distracciones y al 100 por ciento, de cara a la temporada del 2018.

 
 
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