¿Cómo vieron La Jugada del domingo?
¿Qué les pareció el sorpresivo reportaje exhibido ahí?
¿Qué opinión les merece la pública confirmación del nada nuevo conflicto entre el Grupo Pachuca y el otro Grupo, el que mayor injerencia tiene en el futbol mexicano, es decir, el de las dos grandes empresas de la televisión abierta?
¿Cuánto tiempo lleva siendo cuestionado el nexo de Jesús Martínez con los respectivos gobernadores del Estado de Hidalgo?
¿Prácticamente tres décadas?
¿Por qué ahora se convierte o se pretende convertirlo en el tema del momento?
¿Sería tema tan importante si Martínez no fuera el principal opositor del grupo en el poder en el futbol mexicano?
¿Si no encabezara él al todavía reducido grupo de indecisos y tibios "disidentes"?
¿Si no hubiera criticado con dureza los enjuagues que derivaron en la renovación de los derechos de transmisión de la Selección Mexicana, de esa productiva gallina de los balones de oro?
¿Si sus reclamos no hubieran derivado en la necesidad de pagar un poco menos baratos esos ventajosos derechos de transmisión?
¿Cómo y por qué fueron permitiéndose y aceptándose como práctica común esos aparentes negocios o abiertos contubernios entre equipos y gobiernos?
¿Dónde más se han producido y seguirán produciéndose?
¿No debería cada equipo responder con claridad y transparencia por cada peso que reciba del Erario, por cada terreno donado para que construya su estadio, por cada donación alegremente concedida por cualquier estado o municipio?
¿Quién les autoriza a los respectivos gobiernos utilizar el dinero de los contribuyentes en las cosas del futbol?
¿Pierde validez o legitimidad una acusación, y qué tanto, en función de la credibilidad de quien acusa?
¿Cuántos capítulos de ese evidente conflicto faltarán, quedarán por escribirse, publicarse o transmitirse por televisión?
Y ustedes, estimados lectores, ¿a quién "le van" en este "futbolero" pleito de actualidad?
¿Al Grupo Pachuca?
¿A Televisa?
¿Ni a cuál irle?
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