Es un detalle que para muchos puede pasar inadvertido, pero que para Hernán Cristante y Robert Dante Siboldi debe significar una reivindicación a algo que los enorgullece.

Ser portero ha dado motivo hasta estudios sicológicos de quien decide ponerse unos guantes con el cometido de apagar el grito más importante que puede haber en un estadio: el de gol.

Se piensa que son un poco locos, excéntricos y desde luego solitarios. Que Dios no les dio en las piernas la calidad en los pies que ellos suplen con las manos.

Y por si fuera poco, los grandes premios siempre están destinados a quienes terminan venciéndolos. Los goleadores tienen siempre más fama y dinero que los pobres ocupantes del arco.

Y cuando alguno de ellos como Oliver Kahn fue símbolo de una selección tan importante como la alemana, Jürgen Klinsmann se alarmó tanto que hizo cambiar la filosofía del futbol teutón. Su misión fue la de volver a tener como ídolos a los jugadores de ataque y Kahn se fue a la banca
 
Sólo uno de ellos fue balón de oro y mantuvo su vigencia a grado tal de protagonizar el cartel oficial del próximo Mundial de Rusia. Lev Yashin fue la excepción que rompió todos las reglas.

Cristante y Siboldi, arqueros de leyenda en nuestro País, tomaron la caja de control de Toluca y Santos como todo técnico debutante: en situación de emergencia.

Robert Dante llega muy pronto a su primera Final como técnico y Hernán, sin ser veterano de guerra, ha recorrido un poco más.

Ambos han sabido darle orden y equilibrio a sus cuadros que con merecimiento empiezan a disputar el título esta noche.

Los dos han sabido hacer buen grupo sin tener en sus filas a ese gran jugador contratado con millones para enriquecer la plantilla.

Ni Toluca tiene un Cardozo ni el Santos cuenta con un Cepillo. Pero en el primer caso de medio campo hacia el frente abundan las ideas, las variantes y las soluciones para llegar al gol.

Rubens Sambueza y su pequeña banda de cómplices hace la diferencia con los Diablos, mientras que los laguneros usan el espacio largo como nadie con Jonathan Rodríguez en gran momento y Djaniny Tavares, goleador incubado en casa con paciencia y dedicación.

En este deporte tan practicado por los comentaristas que es el de pronosticar, Toluca tendría que partir como favorito. Pero el Santos tiene una ventaja, los que predecimos solemos fallar de manera miserable como le ha sucedido también en el Liderato General.

Los porteros del mundo estarán regocijados por el triunfo que Cristante y Siboldi tienen a la mano.

En el fondo los de esa posición deben guardar un pequeño rencor hoy de alguna manera resarcido.

 
 
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