¡Qué diferencia!

 
Fiel a su línea de trabajo, que le dio resultado en el América hasta llegar al título, el ahora director deportivo del Tri, Ricardo Peláez, puso manos a la obra en el tema de unir más al grupo y con ello evitar las inconformidades y algunas caras largas como las de la parte final de la etapa del "Chepo", y hablo de De la Torre porque a Vucetich ni tiempo le dieron para nada.

Apenas llegaron los jugadores del Tri a San Diego y, para que nadie se salga de la fila, dicen que Peláez decidió llevarse a cenar al equipo a un restaurante de comida brasileña para no caer en el encierro total en el hotel y darle un poco de aire a los miembros del "Comando Águila".

Me cuentan que los futbolistas lo tomaron muy bien, al grado de que ya es a Peláez al que más caso le hacen en la concentración, después del "Piojo" Herrera, claro, no se me espanten.

Y para rematar, me comentan desde San Diego que apenas acabó el entrenamiento en el estadio, ahí mismo Peláez juntó a los jugadores y al hacer una rueda les dio unas palabras de motivación para el partido ante los finlandeses, tratando de aumentar la unión entre los seleccionados.

Ahora me queda bien claro por qué Herrera quería a toda costa tener a Peláez a su lado.

 
 
¡Devuelvan las entradas!

 
En mayo de 2010, el Club Seattle Sounders de la MLS tomó la insólita decisión de restituir a su afición las entradas que pagó por asistir al partido que perdió 4-0 en casa ante Los Ángeles Galaxy.

Compungida por haber recibido la peor goleada de su joven historia (el club fue fundado en 2007), la directiva del cuadro estadounidense hizo historia al mostrar una vergüenza deportiva sin precedentes, que bien podría ser imitada.

En este Apertura 2013 en la Liga MX, los valientes que se gastaron 5 mil pesos por un abono de planta alta, 9 mil por uno de planta baja y hasta 15 mil por un asiento en el Palomar (todos los precios aproximados), no sólo no han visto ni una victoria de sus Pumas, sino que apenas han sido testigos de dos goles ¡dos goles en siete juegos! Y, para empeorar el asunto, sólo una de esas anotaciones provocó alguna alegría, el 1-0, de penal, sobre León, ventaja que apenas duró 20 minutos, pues les empataron después.

El otro gol fue el consuelo ante el América, que ya le había pegado un baile de cuatro goles.

Si la directiva de Pumas tuviera algún aprecio por sus aficionados más fieles podría imitar la medida del Sounders, que para nada se puso a repartir dinero, sino que regaló un juego a los abonados que renovaran para la siguiente temporada, en una medida que sirvió a dos fines: disculparse con su hinchada y darle un toque a sus jugadores tras la humillación sufrida.

Qué triste que en Estados Unidos nos pongan oootro ejemplo de cómo manejar el futbol.

 
 
En familia
 
Después de obtener un puntito en su visita al Estadio Olímpico Universitario, el Veracruz dejó libres a algunos de sus Tiburones, que aprovecharon el viaje a la Capital para romper filas lo más rápido posible y lanzarse a disfrutar la tarde dominguera con sus familias, radicadas en esta urbe.

Israel Martínez, Adrián Cortés, Jesús Sánchez y Ángel Reyna apuraron el regaderazo e incluso Cortés evitó la zona mixta para acelerar la reunión.

De tal suerte que mientras la mayoría del plantel volvió al Puerto Jarocho tras el 0-0 con Pumas, cuatro afortunados recibieron el regalo dominical, cortesía del profe Juan Antonio Luna.

 
san.cadilla@reforma.com