Tigres terminó conmocionado, América, tonificado; Rayados, confundido; Necaxa, sensato; el casero Pachuca, afortunado, y el León, inalcanzable.
Faltando aún 15 unidades por jugar, ya conocemos a nueve que no estarán en los "play offs". El resto del torneo sólo servirá para acomodar los pares de los Cuartos de Final.
Santos, Chivas, Toluca y Pumas decepcionaron, pero León y Necaxa
sorprendieron, sobre todo el equipo de Ambriz que, desde hoy, lo debemos galardonar como el DT del torneo, sin dejar a un lado el trabajo de Memo Vázquez.
Con lo que respecta al fin de semana, la doble cartelera entre los llamados "grandes" -América y Cruz Azul- contra los regios, arrojó la siguiente reflexión:
Si las aficiones de Tigres y Rayados creían que sus equipos podían caminar sobre la aguas como Jesucristo, se equivocaron rotundamente (me incluyo).
América fue mejor que los de la "U" en el marcador y en la cancha, pero no en la misma proporción.
Al igual que Miguel Herrera, yo también vi exagerada la trinchera que cavaron los suyos después de marcar el primer gol.
Los Tigres volvieron a ser inoperantes para pisar el área rival con balón controlado, jamás filtraron un pase entre las dos últimas líneas, ni colocaron a alguno de sus jugadores en posición de gol.
Ningún plantel en el mundo que no tira más de 10 veces durante 90 minutos puede suponer que jugó bien.
Como virtud, las Águilas defienden mucho mejor de lo que atacan, aunque la mención honorífica se la llevó Renato Ibarra.
El ecuatoriano confirmó ser el jugador más desequilibrante de la Liga. La redada policiaca que le diseñó Ferretti con Dueñas, Aquino y Carioca no fue suficiente a lo largo del primer acto.
Y si esto fuera una encuentro con el pasado, Guido Rodríguez, sin ningún problema, personificó a Gardel jugando futbol.
El América le sacó la lengua a los Tigres, literal. El buscapiés con el que marcó el 2-0 Aguilera le inyectó cinismo, pero este duelo aún no termina. El sábado, rumbo a los vestidores, tres puntos suspensivos quedaron impresos.
De este lado del País, al pie del Cerro de la Silla, el Cruz Azul hizo ver al Monterrey embrollado, anárquico y sin sentido para contraatacar, sobre todo en los últimos 20 minutos.
Y cuando Rayados se tira atrás, es asimétrico, nada sintonizado con pérdidas constantes incluso en la zona prohibida. El Monterrey, vergonzosamente contabilizó un 56 por ciento de precisión en sus pases durante la segunda mitad. Y si el partido dura 5 minutos más, lo pierde.
PD: "La grandeza inspira envidia, la envidia engendra rencor, el rencor produce mentiras".- J. K. Rowling.
Lo escrito, escrito está.
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