Cargadores bajo presión

José Pablo Coello
en CANCHA


Hace unas semanas, los Acereros anunciaron que habían llegado a un acuerdo con Ben Roethlisberger para extender su contrato, lo que prácticamente garantiza que el veterano mariscal de campo jugará en Pittsburgh hasta que termine su carera en la NFL.

Antes del inicio del último año en su convenio anterior, Big Ben firmó por un par de temporadas adicionales a cambio de 68 millones de

dólares. Con este acuerdo, el gerente general Kevin Colbert confirmó lo que ya había comentado hace meses en medio del conflicto entre Antonio Brown y el equipo: el líder indiscutible de la ofensiva es Roethlisberger y al futuro inmediato de la organización está en manos del egresado de la Universidad de Miami en Ohio.

El hecho de haber realizado el anuncio oficial de la extensión unas horas antes del inicio del Draft fue un mensaje contundente de que ni al mariscal de campo ni a Colbert les interesaba que las negociaciones se extendieran y pudieran convertirse en una distracción durante la temporada.

En contraste, los Chargers y Philip Rivers no han podido llegar a un acuerdo similar y, en caso de que las negociaciones entre las partes no fructifiquen, el contrato del mariscal de campo de 37 años terminará una vez que concluya la campaña del 2019.

Es cierto que Tom Telesco, gerente general del equipo de Los Ángeles, ha manifestado su interés por arreglarse a la brevedad con los representantes de Rivers, mientras que el jugador, que todavía vive en San Diego, difícilmente querría mudar a su numerosa familia a otra ciudad.

Sin embargo, me parece que la presión para los Cargadores crecerá conforme avancen las semanas y se acerque el inicio de la pretemporada.

Roethlisberger y Rivers llegaron juntos a la NFL en 2004 y, más allá de los dos títulos de Super Bowl ganados por Ben, ambos han tenido carreras similares en términos de productividad. Es más, la campaña anterior, Rivers fue claramente mejor mariscal de campo que Roethlisberger y no es descabellado pensar que dicha tendencia pudiera mantenerse en el futuro cercano.

Es evidente que Los Ángeles necesita a Philip Rivers para mantener la competitividad y aspirar a ser un equipo de élite una vez que esté listo su nuevo estadio, por lo que Telesco tendría que apurarse para mantenerlo contento sin la preocupación de un contrato que concluye dentro de algunos meses.

Y es que si Pittsburgh apostó tan fuerte por Roethlisberger, estoy convencido de que los Chargers tendrían que hacer un compromiso al menos igual, o incluso mayor, por Rivers.

 
Twitter: @JosePabloCoello