El debut en la Primera División es uno de los momentos memorables de cualquier futbolista, porque se ha visualizado durante años y en innumerables momentos, pero también porque marca el arribo a una meta que consigue un porcentaje menor, respecto a la cantidad de aspirantes que existen.
Una vez arraigada la ilusión de ser futbolista en un niño, aparece la imagen del debut que, conforme se acerca la fecha, va tomando más y más forma. Debuta el que estaba en la categoría mayor, debuta el de la misma generación y quizá alguno muy destacado de un equipo más joven, hasta que se dan las condiciones para formar parte de la pretemporada, de una concentración, algún partido de Copa y la banca de un juego de Liga... y entonces el momento del debut se convierte en una escena inevitable e interminable, hasta que sucede.
En la Jornada 17 se dio un caso muy particular en el encuentro Santos vs. Pumas; partido que ya no definía absolutamente nada. Ambos equipos participantes de la Fase Final anterior, pero a punto de cerrar un torneo nada honroso para estas notables instituciones.
Con el marcador 5-1 en favor de Santos, al 81' Bruno Marioni decidió hacer el último cambio para Pumas: salió Pablo Barrera e ingresó, con el numero 299: José Francisco Alcántara, de 21 años.
Tuve la fortuna de ser parte de la transmisión, por lo que al momento del cambio (que me pareció inadecuado) pregunté a mis compañeros, Xavi Sol y Enrique Borja, su opinión acerca de debutar a un joven en condiciones tan desfavorables. Ambos se inclinaron por el gran éxito y orgullo que significa un debut sin importar la situación que se de.
Alcántara tuvo escasas intervenciones, aquí resalto las primeras 3, luego de ingresar con bolsas de agua para repartir a sus compañeros: recibió su primer balón cerca del área rival, hizo un mal control y tuvo que taponear con Carlos Orrantia para luego perder el balón. Cerca de su propia área dio el pase mal, interceptó Quiñones. En su siguiente intervención recibió un túnel del argentino Correa y fue hasta su cuarta jugada que, por fin pudo acertar en el pase corto hacia Iturbe.
Soy de la idea que, en la medida de lo posible, un debut se debe cobijar y arropar por el entrenador. Es decir, si no es por una causa de emergencia, darle la alternativa en un entorno para que luzca. Alcántara no iba a resolver un partido completamente definido, sus compañeros estaban resignados y sus rivales más bien paseaban el balón.
No se sabe si Bruno Marioni seguirá como técnico de Pumas ni la continuidad que este novato puede tener, pero lo cierto es que si tuvo condiciones para ser tomado en cuenta en la Jornada 17, e incluido en uno de los 3 cambios, entonces debería tener una nueva oportunidad de mostrar su calidad en otro partido, aunque no sea ya el esperado debut que tantas ilusiones le generó durante años.
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