Vengan las Semifinales

Mario Castillejos
en CANCHA


León sigue imponiéndose a su manera, tapizando el campo con una tormenta de asociaciones. Los de Ambriz simplemente se ven invencibles.

La espiritualidad del campeón se transpira en la cancha, en el banco, en el vestuario, en la tribuna, en la ciudad de León, en Guanajuato, en todo el País.

Hasta hoy no veo merma, mucho menos debilidad, y todo esto sin tener uno de los cinco

planteles más importantes o caros de la Liga.

Cuando uno ve al León y le agregas el concepto "planeación", ¿el futbol nos revela otro modelo de negocio? Pareciera que sí: contrata jugadores desechados de equipos grandes y le pegarás con un tubo a quienes algún día los corrieron.

De la gobernabilidad de León, la cartelera nos transportó al delicioso drama que causó el gol del "Cabecita" Rodríguez.

La Máquina desde el inicio enlató al America, que abusó de la ventaja ganada en la ida. El equipo de Herrera, que sólo sabe ser vertical y no posee el infalible analgésico de la posesión de balón (sólo ligó 122 pases), sufrió, sufrió y sufrió, hasta que el combustible de la intensidad se agotó en el Cruz Azul.

A partir de ese momento (minuto 70), las Águilas salieron de la lata con desdobles hasta el área de Jesús Corona. La mejora del Cruz Azul no fue táctica sino mística, pero el pase lo selló Agustín Marchesín atajando a centímetros de su meta el último intento de los de azul.

En otro frente, Tigres avanzó, pero sin invadir el campo contrario, sin sinfonía de toques, sin desarrollar por las bandas, experimentando vencer por aburrimiento. El equipo de Ricardo Ferretti llega a Semifinales gracias a su posición en la Tabla.

De sus últimos siete juegos, de Liga y Concacaf, sólo ha ganado uno en el marcador (Chivas), pero ninguno de portería a portería. Sin Jürgen Damm en la cancha, ¿a quién hay que culpar?

Señores, los de la "U" llevan rato jugando mal. Lo que se vio el sábado no es calculado ni mucho menos. El equipo se ve despistado, confundido o aturdido, aunque la gente cree que la solución a un problema netamente colectivo se resuelve con la simpleza de incorporar a Lucas Zelarayán.

De ser así, el problema es minúsculo, aunque yo lo veo más complicado que eso.

Y Rayados también avanzaron por criterio de desempate. Rodolfo Pizarro se adueñó de su equipo, el balón y del rival. El próximo "ídolo" volvió a levantar la mano.

Y el Clásico Regio se volverá a jugar por cuarta y quinta ocasión en los últimos cinco meses.

PD: "Ganar requiere talento, repetir requiere carácter": John Wooden.

Lo escrito, escrito está.

 
Twitter: @castillejos_m