Otro cambio ¿inesperado?

José Pablo Coello
en CANCHA


Hace un par de semanas critiqué en este espacio la decisión de los Jets de haberle dado las gracias a su gerente general, Mike Maccagnan, justamente después del Draft y de las millonarias contrataciones de Le'Veon Bell y C.J. Mosley vía la agencia libre.

Sin embargo, tratándose de un equipo que lleva ocho temporadas sin jugar Playoffs y que no parece tener claro el rumbo de cara al futuro,

la noticia del despido de Maccagnan, a pesar de ser sorpresiva, no fue del todo inexplicable.

Esta semana, los Texanos anunciaron que le habían dado las gracias a Brian Gaine tan sólo 17 meses después de haberlo contratado como gerente general por cinco años, y luego de que Houston ganó 11 partidos y se coronó campeón en la División Sur de la Conferencia Americana.

Y, aunque otra vez el "timing" de la decisión parece no ser el ideal, esta determinación confirma que el poder del entrenador en jefe Bill O'Brien al frente de la organización sigue creciendo.

Y es que esta no es la primera vez que la familia McNair cede ante este tipo de exigencias de parte de O'Brien. Ya a finales de la temporada 2017, el entrenador en jefe de los Texanos amenazó con dejar su puesto si Rick Smith, con quién tenía una relación distante y conflictiva, no era relevado de sus funciones al frente de la oficina.

Fue justo en esa coyuntura que Smith dejó su puesto para dedicarse a cuidar a su esposa que en ese entonces había sido diagnosticada con cáncer de seno, y que contando con la anuencia de O'Brien, Houston contrató a Gaine.

Por lo pronto, la presión para convertir a los Texanos en una escuadra contendiente que sea capaz de ir más allá de la segunda ronda de la Postemporada se ha incrementado exponencialmente.

Es un hecho que el nuevo gerente general será gente cercana a O'Brien e, incluso, no sería raro que su poder de decisión en cuestiones de personal se incremente.

Así las cosas, la era de Bill O'Brien en Houston parece haber entrado en una etapa crítica.

El ex pupilo de Bill Belichick ha ido ganando poder con el paso de los años con lo que los pretextos para no generar resultados de excelencia se han terminado.

Si los Texanos no elevan el nivel para contender por representar a la Conferencia Americana en el Super Bowl, la paciencia de Cal McNeil podría agotarse pronto.

 
Twitter: @JosePabloCoello