A quitarse el lodo

Carlos 'Warrior' Guerrero
en CANCHA


No hay manera, no existe forma y nadie conoce hasta ahora el secreto para no salir enlodado de la Copa Oro. Jugar este torneo es tirarse un clavado a un pantano. Si eres México, invariablemente saldrás raspado o enmarañado como mínimo.

Algunos técnicos se han ahogado en ella y eso que las aguas del torneo no son turbulentas. (Son más bien fangosas).

En este certamen hay que saber

respirar para no perder la paciencia cuando la sumersión se confunde con asfixia. Y no es sólo saber patalear y manotear para salir a flote. Es conocer la estrategia adecuada para contener la respiración, para administrar el oxígeno y para no desconectar la mente por más oscuro que sea el atolladero.

Por haber sido Haití el rival, a la Selección Mexicana se le critica al doble y a los caribeños se les aplaude al triple. Nada que no sepamos con tantos años de experiencia en la Copa Oro. A estas alturas, es para que se tuviera más que dominado el sistema para desactivar los dispositivos de todos aquellos que se juegan la vida ante los nuestros y para hacer colapsar todos los mecanismos que utilizan como el jugar con todos atrás.

Parece que no aprendemos. ¿Por qué si en eliminatorias y en este tipo de torneos los centroamericanos y caribeños le juegan a México de la misma forma, no sabemos de memoria la estrategia para aniquilarlos sin sufrimiento? ¿Cuánto tiempo seguiremos justificando malas actuaciones con aquello de que las distancias se han acortado?

Tomaré como referencia el actual y el anterior proceso para no hacerlo tan complicado. Con Osorio se abusaba de las variantes y de infinitos cambios estratégicos de un juego a otro. (Todo dependiendo del rival). Al final, Jamaica nos eliminó en Semifinales. Ahora con Martino lo contrario. Queda la sensación de que se abusa de un mismo sistema cual sea el rival en turno y que no hay capacidad de modificación para confundir o nulificar al rival.

Mientras el sistema implementado por el argentino no sea dominado, difícilmente habrá un funcionamiento convincente y no siempre ese "juego práctico" podrá resolver ante planteamientos tan cerrados como el de Haití.

Un equipo de mayor jerarquía te mata ante descuidos como los que tuvo la Selección Mexicana. Pulisic o Bradley no perdonarán como los haitianos que no sabían qué hacer con la pelota con toda su ingenuidad a la ofensiva.

A México le queda un partido más para irse a casa dejando buenas sensaciones. Las formas estarán a evaluación. Magnífica oportunidad para darle calificación positiva al primer corte de caja de Martino.

Para no salir enlodado será necesario el título y un futbol absorbente como una toalla para retirarse el lodo. Diez juegos ya son suficientes para que veamos más claridad que cuestionamientos pantanosos.

 
 
Twitter: @CARLOSLGUERRERO