foto
Hombre al agua
Sergio Sarmiento | 21-06-2014
en CANCHA
compartir por:
El MSC Divina partió con ánimo festivo de Fortaleza la noche del 17 de junio. El enorme crucero, con capacidad para transportar a 3 mil 500 pasajeros en ocupación doble y una tripulación de casi mil 400, iba lleno de mexicanos que celebraban como un triunfo el empate a cero de la Selección frente al anfitrión Brasil en la Copa del Mundo de futbol. El crucero había sido contratado para convertirse en un hotel flotante para mexicanos a lo largo del torneo.

Para la tarde del día siguiente, la enorme mayoría de los mexicanos en el barco ya habían terminado la fiesta. Muchos se encontraban con la cruda a cuestas en la cubierta de los pisos 14 y 15 para ver en una pantalla gigante el juego España-Chile que dio inicio en punto de las cuatro de la tarde.

Sin embargo, un joven con una camiseta blanca que tenía impresas las palabras "Los York New Angeles" no dejaba de beber. Algunos testigos refieren que llevaba una anforita de la cual bebía mezcal para no tener que comprar las bebidas de los bares del barco.

El joven, Jorge Alberto López Amores, hijo del procurador de Chiapas, Raciel López Salazar, era uno de los ganadores de la promoción "Más de mil mexicanos a Brasil" de la cerveza Corona. En su borrachera, esa tarde del 18 de junio, aparece en un video saltando en uno de los jacuzzis del barco con un chaleco salvavidas mientras grita "Hombre al agua". En otro video aparece gritando esa misma tarde "Si ya sabes cómo me pongo, pa' qué me invitas".

A quienes se encontraban a su alrededor les pedía que lo tomaran con sus teléfonos celulares porque decía que iba a saltar por la borda. No lo decía en son de amenaza o con tono dramático, sino de broma. Nadie le prestó demasiada atención. De repente, me dice un testigo presencial, se subió en la barandilla, cruzó los brazos sobre el pecho tomándose los hombros con las manos y saltó al agua. Una chica empezó a gritar. Un testigo que estaba junto a él se asomó por la borda pero, me dice, el chico nunca salió del mar.

Varios miembros de la tripulación llegaron al lugar de inmediato. La alarma de Hombre al Agua, tres pitazos de gran volumen, sonó por todo el barco. Desde el primer momento se informó por el sistema de audio lo que había sucedido. El buque empezó el lento proceso de detenerse, lo cual le llevó unos 10 o 15 minutos. Se bajaron lanchas salvavidas que iniciaron el protocolo de salvamento, aunque la tarde estaba dejando ya su lugar a la oscuridad de la noche. "En la oscuridad nunca lo van a encontrar", comentó uno de los pasajeros.

Todos los testigos coinciden en que el joven se tiró por propia voluntad. De hecho, no es fácil saltar por la borda en un barco como éstos. Hay una barrera de plástico transparente y metal que es difícil escalar para hacerlo. Por otra parte, ningún testigo dice que el joven estuviera deprimido o angustiado. Al contrario, seguía bebiendo y celebrando, 24 horas después, un empate de la Selección Nacional considerado como un triunfo.

Para él, al parecer, era un juego lanzarse por la borda como lo había hecho en un jacuzzi unas horas antes. Supongo que pensó que el barco, que avanzaba a gran velocidad, se detendría de inmediato lo que permitiría su rescate. Quizá se imaginó que las chicas que lo estaban viendo le festejarían la broma.

Si bien el MSC Divina es un buque nuevo, cuya construcción concluyó apenas en el 2012, un miembro de la tripulación me cuenta que en sus 15 años de servicio en el mar ha tenido unos cuatro o cinco casos de hombre al agua. En ninguno de ellos se ha encontrado el cuerpo. Supongo que la propia caída al agua de unos 50 o 60 metros es suficiente para matar a cualquiera. Pero además el crucero puede avanzar unos 5 o 10 kilómetros hasta que logra detenerse. Esto hace que la búsqueda de un hombre al agua deba extenderse en una zona muy amplia que hace casi imposible hallar el cuerpo.

El ánimo de fiesta no se vio excesivamente afectado por el caso del joven López Amores. Los más de 3 mil mexicanos en el barco continuaron con sus cenas y sus fiestas. El barco repartió bebidas de cortesía cuando se anunció que estaría detenido varias horas en espera de un barco de la guardia costera brasileña. Cuando a la medianoche se anunció que se reanudaba el avance, mucha gente celebró en las cubiertas. La fiesta no había terminado. El próximo destino era Recife para el juego en el que Costa Rica se enfrentaría a Italia.

A la mañana siguiente en Recife un equipo de la Policía Federal tomaba declaraciones de testigos sobre la cubierta del piso 15. Me detuve a ver el barandal que López Amores debió librar para saltar por la borda. No le debe haber sido fácil. Esa fue realmente la borrachera de su vida.

 
 
 
 
 
compartir por:
Licenciado en filosofía por la Universidad York de Toronto. Director editorial en Latinoamérica y España de Encyclopaedia Britannica Publishers, Inc. Dirigió la Enciclopedia Hispánica. Colaborador fundador de El Financiero en 1981. Ingresó a El Norte en 1989 y a Reforma en 1994. Vicepresidente de noticias de TV Azteca de 1995 a 1998. Conduce La Entrevista con Sarmiento y Quinto Poder en TV Azteca y La Red de Radio Red para Grupo Radio Centro.
Resumen Noticioso
¿Quieres recibir en tu e-mail la columna editorial de Sergio Sarmiento?
1 mes2 meses3 meses
Otras columnas
San Cadilla
SAN CADILLA
Roberto Gómez Junco
Distancias reducidas
Bonifacio Núñez Vega
Detalles finos
Diego Silva
¿Hasta dónde llegarán los sueños?
Diego Milán
De fiesta en Recife
Rubén Romero
'Pacers' femeniles