El show es Pulido

Mario Castillejos
en CANCHA


Si el enfrentamiento con Alan Pulido es mucho más entretenido que los Tigres en la cancha, muchas cosas no deben andar bien en Sinergia Deportiva.

El equipo de Ferretti volvió a mostrar un vacío preocupante, porque ante la misma problemática que tienen tiempo sin resolver, ahora que contaron con Nahuel, Arévalo, Guerrón, Lugo y Marco Ruben, siguen provocando las mismas

consecuencias.

De los últimos 37 partidos en el Universitario, los Tigres no han podido ganar en 24 ocasiones. Y en la misma circunstancia, sólo en 11 partidos han dejado al rival sin gol; otras 14 veces han aceptado uno; 11 veces dos y, una vez, tres. De hecho, cada uno de los últimos tres visitantes (León, América y Chiapas) les han recetado de a dos por juego.

Pero como la costumbre no es noticia, mejor volteemos fuera de la cancha y sigamos desenredando el caso Pulido.

Después de analizar la estrategia que externó a los medios el representante legal de los Tigres -Lic. Eduardo Palomino- queda claro que Alan no ha incurrido en algún delito grave, no obstante que en reiteradas ocasiones el jugador ha desconocido el contrato que Sinergia Deportiva asegura firmó.

De entrada, a Pulido lo ampara el innato derecho sobre cualquier orden jurídico para finiquitar -cuando se le antoje- una relación de trabajo. Aunque de no comprobar una causa, tarde o temprano tendrá que reparar el daño, mismo que no debe superar la contraprestación restante al contrato en cuestión.

Pero pase lo que pase, es mucho más alarmante la poca o nula credibilidad que existe en el futbol. Bueno, por lo menos en nuestro país.

Basta con qué un jugador señale con toda la ligereza una supuesta injusticia y, en automático, buena parte de la afición y gran parte de la opinión pública, sentencian como culpables a la FMF, a los dueños de los clubes y cualquier persona que trabaje para ellos.

Sin duda, son ellos quienes han sembrado el escepticismo con el llamado Pacto de Caballeros y la opacidad para ocultar información. Por eso el castigo de no ser creídos, aún cuando digan la verdad, se lo tienen bien ganado. ¿No cree usted?

De otro lado de la Ciudad, con 16 puntos de 21 disputados, ¿podemos afirmar que el Monterrey no juega bien? Como la virtud en el futbol no consiste sencilla y exclusivamente en ganar, hagamos el pragmatismo a un lado y formulemos con el siguiente cuestionamiento, nuestra critica: ¿El futbol se asemeja a una corrida de toros, donde el objetivo es matar al animal? ¿O la gracia consiste en cómo se le mata, en el ritual, en el arte?

PD. "Hay quien cruza el bosque y sólo ve leña para el fuego", Leon Tolstoi.

Lo escrito, escrito está.

 
 
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