Marco y Villa

Mario Castillejos
en CANCHA


Mientras que el Monterrey tuvo que cumplir con un absurdo "ice bucket challenge", frente a los Pumas, los Tigres no mostraron ninguna mejoría.

Sin dejar de subrayar que vinieron de atrás, el equipo de Ferretti volvió a plasmar un futbol que por largos lapsos fue errático, vacilante y austero.

La representación estuvo plagada de malas decisiones, pases imprecisos y, sobre todo,

recepciones defectuosas. La solidez defensiva también ha quedado en el pasado, porque en tan solo ocho jornadas, el León les marcó dos goles, América dos, Jaguares dos y, ahora, los Pumas otros dos.

El noveno lugar que ocupan en la tabla general es un justo reflejo de sus merecimientos. Y desde mi perspectiva, la dupla Villa-Ruben empieza a ser la parte medular del problema.

En los 55 minutos que estuvo Marco en la cancha, el argentino, desempeñándose como media punta, simple y sencillamente no contabilizó ningún remate a portería, ninguno desviado y ninguno rechazado. Mientras que "Tito" sólo lo superó con dos intentos a lo largo de los 93 minutos que duró el juego.

Por desgracia, la productividad que estos dos mostraron ayer está muy lejos de ser la excepción. De los siete juegos que lleva "Tito" Villa en la cancha, el delantero sólo ha registrado cinco remates con dirección al marco rival y seis desviados o taponeados, para sumar dos anotaciones.

Mientras que Marco Ruben, en el mismo número de partidos, pero con menos minutos jugados, sólo ha cooperado con tres tiros a puerta y otros cuatro que salieron desviados o fueron rechazados.

Visto de otra manera, Villa ha contribuido con una oportunidad de gol cada 51 minutos, pero sólo ha sido efectivo cada 283. Mientras que Ruben lo ha intentado cada 68 minutos, sin aún concretar alguna.

Sin duda que la dirigencia de Tigres, junto con Ferretti, ha errado en la óptica para hacerse del gol. Si hacemos un pequeño análisis, descubrimos que la mejor edad para fichar un goleador es entre 21 y 25 años, porque los de mayor edad ya están sobrevalorados y, en muchos casos, los de 29 años o más, ya están en el otoño de su carrera.

De tal forma, consideremos que Villa llegó a Tigres con 31 años, Ruben con 28, Emanuel Herrera con 27, Luis García con 32, Edno con 29 y Mancilla con 31.

Y aunque Humberto Sauzo llegó con 29 años al Monterrey, Cabinho llegó a México con 25, Cabañas con 23, Benítez con 21, Dorlan Pabón con 25, Jackson Martínez con 23, Darwin Quintero con 21 y José Saturnino Cardozo con 26.

La lección es clara: hay que adquirir jugadores con futuro y no sólo con pasado. ¿No cree usted?

PD: "No me arrepiento, pero perdí 40 millones de libras, perdí a mi esposa, lo perdí todo y he tenido que empezar de cero". Mark Golberg, ex dueño del Crystal Palace.

Lo escrito, escrito está.

 
 
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