Eficiencia accidental

Mario Castillejos
en CANCHA


Para el periodista español Martí Perarnau, un equipo de futbol es algo vivo, que crece, se desarrolla, sufre desgracias e inconvenientes, los supera, crea expectativas, mejora en unos ámbitos, empeora en otros y, en resumen, evoluciona. Por lo general, evoluciona de manera algo distinta a lo planificado, porque nunca es como imaginaron que sería.

A lo largo de estas colaboraciones he

tratado de interpretar o descifrar la gestión de los clubes regiomontanos. En cambio, Perarnau sólo necesitó de 40 palabras para, de manera simple, sintetizarlo.

Para confirmar que el resultado es muchas veces accidental, transportémonos al Monterrey a finales del 2008, momento donde Urdiales y Salvador estaban tan convencidos en La Volpe que hasta le rogaban para renovar su contrato, no obstante que los Rayados arrastraban cuatro torneos desastrosos, dos de éstos con el argentino al frente, contabilizando 19, 14, 24 y 19 puntos.

Bueno, pues por una diferencia de mil pesos, La Volpe insultó al entonces presidente y, a semanas de arrancar el Clausura 2009, por una tercera parte de lo que ganaba el "bigotón" contrataron de urgencia a Vucetich, que ya tenía un año sin trabajar.

A este hecho agreguemos que en ese receso la directiva incorporó a De Nigris, Ayoví, Osvaldo y el "Jerry" Galindo, sin la plena aprobación de La Volpe y menos de Vucetich.

El resto de la historia usted ya la sabe: dos títulos de Liga y los tres de Concacaf.

Y si el futbol también le reserva alegrías a quienes se encomiendan al azar, ¿quién se anima a afirmar que lo que hoy pasa con la gestión de Carlos Barra es netamente producto del cálculo?

Vucetich dejó al Monterrey porque de una manera u otra, él y sus jugadores empezaron a bajar los brazos. El exceso de elogios los llevó a sentirse los mejores de México, como demostraban los cinco títulos conseguidos. Ya sólo se motivaban en los encuentros grandes y el entrenador siempre tenía una excusa para justificar la acumulación de los periodos flojos.

Como las excusas son tan graves como los insultos, para la fecha 8 del Apertura 2013 llegó el profesor Cruz. Y para la misma fecha, pero del Clausura 2014, nombraron a Barra como interino, no sin antes galardonarlo por unos minutos como director deportivo. Durante esos meses, también llegó Dorlan Pabon y se fue, Efraín Juárez, De Jesús, Silva, Ramos, Cándido y Morelo.

De cara al Apertura 2014, los Rayados salieron a buscar a un nuevo entrenador, pero terminaron dejando a Barra que, 12 fechas después, ocupa la cumbre de la Liga con un 70 por ciento de eficiencia... ¿accidental?

PD. ¿Qué sentido tiene correr si vamos en la dirección equivocada? Proverbio alemán.

Lo escrito, escrito está.

 
 
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