Nada es gratis

Mario Castillejos
en CANCHA


¿Estamos condenados a no tener un crack mexicano de 365 días completos?

Hoy, las esperanzas apuntan a jóvenes futbolistas como Alfonso González (Reynosa, 1994), o Hirving Lozano (Ciudad de México, 1995), quienes, con menos de 40 partidos en Primera División, ya fueron convocados por quien de manera autóctona personifica al Dr. Jekyll y Mr. Hyde, Miguel Herrera.

Pero antes de

hacernos ilusiones con estos chavos, recordemos cómo babeábamos con "Gallito" Vázquez, "Chapito" Montes y "Gullit" Peña. Lo mismo nos pasó con "Conejito" Brizuela, quien ya no es titular en Toluca, o William Yarbrough, en León, y Jürgen Damm, en Pachuca.

Qué podemos decir del súper junior de Alan Pulido, quien, en apego a sus fijaciones con el jet set, se autoexilió en Milán. Y cuando aquí empezábamos a saborear a un goleador como Raúl Jiménez, la liga española se lo llevó para cobrarle un derecho de piso muy elevado. Bueno, hasta a Oribe Peralta se le fue el gol desde que lo chantajearon unas damiselas.

Y a esta lista de futbolistas mexicanos, que de repente brillaron y de repente dejaron de brillar, agreguemos otros nombres como el de Aldo De Nigris, Israel Jiménez, Darío Carreño, "Linebacker" Molina, Zavala, "Chatón" Enríquez, Elías Hernández, "Chuletita" Orozco, Omar Bravo, Rafa Márquez Lugo, "Quick" Mendoza, Manuel Viniegra, etc, etc, etc.

Y todavía hay quienes culpan de nuestras deficiencias a los naturalizados. Es increíble. Ahora, entendamos por qué nuestra Selección, lejos de avanzar, empieza a ser alcanzada. Las dos últimas demostraciones contra Honduras y Panamá son concluyentes.

¿Que Herrera necesita más tiempo para trabajar? Bueno, entonces también hay que darles ese beneficio al "Bolillo" Gómez y a Medford, pero no olvidemos que en el Hexagonal pasado, el bastión del Azteca sólo alcanzó para ganar un partido. Y el domingo, en Querétaro, los panameños nos volvieron a demostrar que ya no se les caen los calzones con la altura, mucho menos jugando de visitantes.

Nuestro ego nos sigue cegando y, aunque el futbol nos manda innumerables señales, no las queremos ver. En el mundo de selecciones, no importa el tamaño de un país, mucho menos de una liga. Ahí están China o la Liga Premier inglesa como ejemplo.

¿Por qué Costa Rica, con 5 millones de habitantes, sin un campeonato pujante, clasificó por arriba de México y superó a Uruguay, Italia e Inglaterra, en Brasil?

¿O por qué Islandia, con menos de 400 mil islandeses, ya venció en las eliminatorias de la Euro a Holanda, Turquía y Letonia?

La respuesta es: la información.

PD: "El secreto del éxito es tener una incansable e inextinguible sed de información y conocimiento". Paul Tudor Jones.

Lo escrito, escrito está.

 
 
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