San Cadilla
en CANCHA


Doble tache al Diablo
 
 
La falta de sensibilidad del Toluca lo llevó a cometer un oso tras otro.

Hace tiempo, la familia de Ignacio Montaño pidió al club cumplirle el sueño de asistir a un entrenamiento del equipo antes de morir, pues padecía una enfermedad terminal, pero le contestaron que le responderían en dos meses. Ahora es demasiado tarde porque el aficionado

murió hace pocos días.

En cambio, al enterarse de la situación, Alfredo Talavera se tomó el tiempo para ir a visitar a Montaño a su domicilio, en Lerma, y convivió con él y le regaló unos guantes.

Después, la institución la volvió a regar, ahora por andar haciendo caravana con sombrero ajeno.

A través de sus redes sociales, el Toluca publicó que le habían cumplido el sueño a un niño con una enfermedad de nacimiento, pero resulta que fue la Fundación Talavera la encargada de llevar al pequeño a un entrenamiento, no el club, que ni siquiera publicó bien el nombre del menor, pues dijo que se llamaba Santiago, cuando se llama Fernando.

 
 
 
 
'Pika' el orgullo
 
 
En Santos se tomaron muy en serio las palabras de Marco Palacios.

Autor de declaraciones "célebres" como que no estaba obligado a ganar con Pumas porque no decía en su contrato o descartar miedo a salir del club por bajo rendimiento porque le restaban dos años de vínculo y eso era como "un remedio contra las agruras", al "Pikolín" se le ocurrió descartar que el ataque de los Guerreros intimidara, pese al 5-0 sobre Chivas en la Copa.

La opinión no cayó muy bien en el seno lagunero y a alguien se le ocurrió imprimirla y pegarla en el vestidor para despertar a los delanteros, quizá pensando en que iban a hacer que el "Piko" se tragara sus palabras.

Sin embargo, los dichos del "Pikolín" no detonaron la rabia en el Santos, que sólo sacó un empate pese a jugar en superioridad numérica por más de 20 minutos por la expulsión del otro "Pikolín", Alejandro, y tras lo cual abandonó la zona de clasificación.

 
 
 
 
¡Bara, bara!
 
 
Ya se pusieron a la venta los boletos para ver a la Selección Mexicana en Bielorrusia y para mi gran sorpresa los precios que se manejan allá están muy alejados de lo que se acostumbra aquí y ni se diga en Estados Unidos.

El boleto más barato en Borisov cuesta 45 mil rublos bielorrusos... tranquilos, parece mucho dinero, pero al convertirlo son ¡56 pesos! Y el más caro será de 135 mil rublos, es decir, 171 pesotes, un severo contraste, pues cuando la Selección va a Arizona o California la entrada más barata ronda los 25 o 30 dólares, que ya son entre 340 y 360 pesos, y apenas en Querétaro el más barato fue de 360 y el más caro de 810... con razón no llenaron.

 
san.cadilla@reforma.com