El primer gol de Cardozo... en La Bombonera

Félix Fernández
en CANCHA


Llega un momento en el que la única forma de sobrevivir dentro del mundo del futbol, como arquero retirado, es mediante el festejo y la burla de los propios goles recibidos... de los cientos de goles encajados.

Durante muchos años cada una de esas anotaciones significó noches de insomnio, cuestionamientos, autocríticas y aceptación. Lo más sano resulta transformar todas esas angustias en

gozo, aprovechando la extraña memoria que nos otorga el paso por el futbol profesional, donde recordamos detalles impensables en otras áreas.

Por lo anterior, cada vez que me encuentro con Carlos Hermosillo, Jared Borgetti o José Cardozo no pierdo la oportunidad de mencionar mi broma infalible.

"Este güey es el segundo, tercero o cuarto máximo goleador en México (según sea el caso)... tiene mucho que agradecerme: de no haber existido yo ¡Estaría debajo del décimo!".

José Saturnino Cardozo no era de los delanteros que a uno le quitaban el sueño antes de enfrentarlo, porque no parecía muy potente, ni muy alto, no daba la impresión de pegarle muy duro al balón ni lucía muy rápido... Pero era como la esposa que uno elige: el más completo en el promedio de todas las virtudes, discreto en su apariencia y el menos problemático al enumerar las debilidades.

Cardozo llegó a México para la Temporada 1994-95. Una lesión le impidió jugar durante el primer semestre, motivo suficiente para prescindir de cualquier extranjero en un equipo de futbol. Sin embargo, Toluca no solamente le tuvo paciencia, sino que le apoyó incondicionalmente y Pepe fue recíproco en su compromiso constante para su rehabilitación y preparación.

Cuenta Salvador Carmona, quien formaba parte del equipo de Tercera División durante ese tiempo, que Cardozo entrenaba con ellos y les pedía prolongar las sesiones cada día para realizar remates y tiros a gol, para todos los jóvenes era ya un ejemplo.

Era tan clara la visión de Cardozo para hacer historia en ese club del Estado de México que durante su rehabilitación decidió comprar aparatos para realizar sesiones complementarias en su propia casa.

Fue hasta marzo de 1995 cuando el goleador paraguayo se estrenó, casualmente el mismo día que Carmona debutó en Morelia, pero una semana más tarde, sobre el minuto 30, anotó por primera vez en el estadio que sería el recinto para la mayoría de sus 249 festejos y cuatro títulos de goleo en el futbol mexicano: el Nemesio Diez.

El día que Cardozo anotó por primera vez La Bombonera, se prohibieron por primera vez los cohetes durante la salida del equipo al campo: un incendio en el techo del estadio provocado por la propia pirotecnia detonada por el Diablo Mayor en el juego anterior, ocasionó pánico en la tribuna.

Tras un largo saque de meta del arquero Jesús Alfaro, rechazó el "Profe" Cruz y sobre el círculo de media cancha, Gilberto Mora sirvió para Abundis, quien puso un servicio exacto a la espalda de Miguel Herrera; el "Piojo" solicitó fuera de lugar con la mano arriba y, dentro del área, sin parar el balón sobre el costado derecho, Cardozo disparó pegado a primer poste para anotarme el primero de muchos... para anotar el primero de cientos en esa cancha, para anotar con su número 30 en la espalda el primero de cuatro para Toluca esa mañana.

El Toluca de Cardozo goleador, que obtuvo cuatro títulos, fue una delicia incluso para nosotros los rivales. Sus números fueron devastadores y quizá el dato más impresionante seguirá siendo el récord de goles anotados por Pepe en el Apertura 2002: ¡29! en un solo torneo en Fase Regular, cuando el promedio es de 12 para un campeón goleador en México.

 
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