Cuando la necesidad paraliza

Félix Fernández
en CANCHA


Cruz Azul, Toluca, Tijuana y Monterrey solamente debían ganar para clasificar a la Liguilla. Ganar contra rivales que ya tenían definido su destino en la última jornada. Sin embargo, los cuatro, con temores y fantasmas distintos, sufrieron las mismas consecuencias.

Si Cruz Azul fue incapaz de vencer a unos Leones Negros vulnerables, chatos, desconfiados y dependientes, Toluca padeció en la

última jornada del mismo mal que en la primera: la ausencia de un centrodelantero como Pablo Velázquez. Si Tijuana fue incapaz de ganar 2 puntos en sus últimos 7 partidos para estar en la Fase Final, Monterrey apagó las luces del Tec sin vencer a un rival eliminado y, por consecuencia, sin regalar una última Liguilla en ese inmueble a su afición.

Cruz Azul no recibió gol en sus primeros 5 partidos y cayó hasta la Fecha 7. A partir de ahí fue una moneda al aire. Prescindió de Pavone para traer a un carismático Alemao, quien fue menos incluso que Maranhao. Mantuvo a Formica que perdió el gol y hasta el puesto. Y en el colmo de las contrataciones sospechosas, trajo a Lizarazo, quien jamás debutó. Se despidió con una muestra de indiferencia y desorden que ningún fan ni patrón merecen.

Toluca llegó a la Jornada 16 igual que su rival América. Mismos ganados, empatados y perdidos. Cardozo decidió guardar a Benítez y especular. Perdió en el Azteca y dejó todo para derrotar al cuadro suplente de Tigres en casa. No lo hizo.

Un equipo que tras 10 fechas suma 23 puntos, tiene el 95 por ciento del pase a la Liguilla tomando en cuenta que con 25 se clasifica. Pero no Xolos, que tras demostrar solidez, contundencia y armonía envidiables, renunció al exitoso método y apostó por el desorden, la indisciplina y la desesperación. Hay maneras de despedirse, pero con 6 goles en contra ante León, que había sumado 2 de los últimos 24 puntos, es indignante.

Monterrey levantó notoriamente con Mohamed, quien tomó al equipo tras la Fecha 6 en el penúltimo lugar. Rayados y su técnico batallaron, se sobrepusieron y explotaron a jugadores adormilados como Chará, Mejía y Cardona. El escenario parecía inmejorable para su examen final contra Pumas, ante su gente y, de paso, coronar a Pabón como campeón goleador. La ansiedad les tuvo abajo en el marcador y de último minuto empataron para despedir su estadio con menor tristeza.

Cuatro equipos, 4 triunfos obligados, 4 necesidades paralizadas que impedirán apreciar a 4 candidatos al título con ciertos momentos de esplendor durante el torneo. Desafortunadamente fueron superados por sus propios temores en el peor momento.

 
ffernandez@reforma.com
Twitter: @Felixatlante12