Preguntas sin respuestas

Roberto Gómez Junco
en CANCHA


Ayer inició el Torneo de Apertura 2015, al que entran como principales favoritos los Tigres, el Cruz Azul, el América, el Santos Laguna y el Monterrey.

Claro que tampoco pueden descartarse equipos como Toluca, Pachuca, León, Chivas y Xolos; en realidad ya se sabe que a final de cuentas prácticamente cualquiera se puede llevar el título.

Un prometedor torneo que el pasado miércoles,

por cierto, tuvo a manera de "preámbulos" dos partidos contrastantes para nuestro futbol.

Por un lado, los sinsabores de una Selección Mexicana que necesitó de una descarada ayuda arbitral para acceder a la Final de una modesta Copa Oro en la que varios equipos enseñaron el cobre.

Y por el otro, la brillante actuación de los Tigres, que con todo merecimiento se instalaron en la Final de la Copa Libertadores tras derrotar 3-1 al Internacional de Porto Alegre, equipo brasileño al que en realidad pudieron meterle cinco.

Pero más allá del futbol y del pobre desempeño de la escuadra tricolor, está la polémica generada en cuanto a lo que debió hacerse con el penal regalado: si ejecutarlo a la perfección, como lo hizo Andrés Guardado, o entregarle el balón al adversario como magnífico gesto de honestidad y defensa del Juego Limpio.

Ésa que hubiera sido una ejemplar decisión, evidentemente no le correspondía ni tenía cómo tomarla Guardado, pero sí pudo ser tomada por Miguel Herrera en caso de estar seguro del regalo que recibía.

Si durante la larga pausa producida por los legítimos reclamos panameños, Herrera contó con la posibilidad de ver la repetición de la jugada o de saber con seguridad que la falta o la "mano" para nada existían, entonces sí desperdició una inmejorable oportunidad de hacer algo que nadie ha hecho en un partido tan importante: enarbolar y defender desde una cancha de futbol valores de mucho mayor trascendencia que el juego mismo.

¿Sabía Herrera que era un regalo arbitral o solamente lo supo después?

En caso de haberlo sabido a tiempo, ¿se hubiera atrevido a tal gesto grandioso de honestidad deportiva?

¿Cuenta con lo necesario para tomar una decisión de ésas?

Solamente Herrera lo sabe... y querrá o no decirlo.

 
 
Twitter: @rgomezjunco
 
gomezjunco@elnorte.com