Mientras la mitad de la Ciudad se paraliza y se prepara para un evento histórico, la otra mitad tiene la cabeza puesta en Sudamérica.
El tiempo, como siempre, cumplió con su cometido, la larga espera tendrá su fin.
Hoy las puertas del Estadio BBVA Bancomer se abrirán y por ellas entrarán el orgullo azul y blanco, las victorias, las lágrimas, las sonrisas, el gol del campeonato y por
qué no decir, hasta las derrotas que duelen y educan.
Hoy, todos aquellos aficionados, directivos, trabajadores del club, medios, ex y actuales jugadores, que de una u otra forma colocaron su granito de arena, podrán tocar y ver lo que se pudo construir con su pequeña contribución, podemos, y me incluyo, sentirnos orgullosos.
Con la apertura de sus puertas, que será a las 18:00 horas para todos los aficionados, también entrarán a ese magnífico inmueble los deseos y las enormes expectativas de toda la nación rayada de ver a su equipo ser digno merecedor de una casa de primerísimo nivel.
Por lo pronto, a festejar se ha dicho, luego el tiempo se encargará de enseñarnos si el equipo armado por Antonio Mohamed y el estadio son compatibles.
Mientras que por un lado se está respirando un aire de pura fiesta, por el otro los aficionados felinos han descubierto que su equipo "B" no es tan confiable en la cancha como se veía en el papel.
Volvieron a decepcionar y desaprovechar la oportunidad de mostrar a su entrenador ser confiables.
Con un futbol falto de creatividad en la media cancha, a lo único que aspiraban era a un error del adversario en su zona defensiva, una atrevimiento individual o una de esas pifias arbitrales que nunca llegaron.
Dos derrotas en dos jornadas, otra vez el metiche "Señor Tiempo" aclarando las cosas, y al igual que muchos de ustedes pensé que con el "B" lograrían un aceptable arranque de Liga, y no fue así.
Hay que cambiar rápido el "chip" y pensar en la Final del miércoles en Argentina, y para variar, otra vez el tiempo tiene la última palabra.
Todo lo bien hecho a lo largo de esta Copa Libertadores se resumirá en tan sólo 90 minutos ante River Plate, si es que no llegan al alargue.
Tendremos que esperar para ver el desenlace de lo que será, ganando o perdiéndola, una Final histórica para los Tigres y sus seguidores.
Creo que ustedes, independientemente a qué equipo apoyen, dejar, por lo pronto, la rivalidad a un lado, ver a los Tigres como un representante del futbol mexicano; si ganan la Copa, el futbol azteca ganará.
¡Suerte, Tigres!
careca@elnorte.com
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