Eibar: el deseo de seguir siendo

Félix Fernández
en CANCHA


"Somos el deseo de seguir siendo"... Eibar es una pequeña población vasca donde viven poco más, poco menos de 27 mil habitantes, dentro de un terreno donde se sube o se baja, pero no se camina en plano. Una poblado que ha ganado prestigio fabricando armas durante siglos. Ahí, desafiando el terreno y el clima, existe un estadio para 5 mil 200 aficionados llamado 'Ipurua', donde juega la Sociedad

Deportiva Eibar, fundada hace 75 años.

Sin duda, la institución más humilde que compite en la poderosa Liga española, equipo que ascendió desde Segunda B hasta Primera División en sólo dos años (2012-14), con el presupuesto más bajo de la Segunda A en el 2013.

Tras su primer año en la Máxima Categoría, Eibar finalizó en la posición 18, lo que le condenaría al descenso, pero sucedió lo impensado: Elche, que terminó en el lugar 13, incumplió sus contribuciones con el fisco, jugadores y empleados, y fue condenado por un juez (en un hecho inédito) con el descenso, razón por la cual Eibar pudo permanecer.

Por las filas de este equipo azulgrana han pasado jugadores de la talla del "Chino" Silva o Xavi Alonso en su etapa formativa, pero figuras como Valdano han tenido palabras de admiración hacia este equipo: "Eibar se erigió como el equipo de todos, el pequeño equipo que nos devolvía ideales cada vez más en desuso, como la coherencia, la atención a los detalles, la sobriedad y la reivindicación de un modelo conectado con la proximidad, con el hincha de toda la vida y no con el consumidor".

Desde 2009, Eibar tiene como presidente a un gran visionario local, Alex Aranzábal, enamorado de su ciudad y de su equipo, con el ejercicio efectivo de una fórmula muy simple: no gastar más de lo ingresado. Así, este equipo es capaz de no tener deudas, algo casi imposible en el modelo actual de una Liga como la española.

"Somos el deseo de seguir siendo" es posible leer en la escuela de Armería de Eibar, equipo que increíblemente, para su presupuesto y tamaño, compitió durante 18 años consecutivos en la categoría de plata española, antes de descender, doblemente increíble: ascender, y triplemente increíble: permanecer en Primera.

De acuerdo a Aranzábal, el plantel que integra la escuadra armera se divide en tres grupos: "El futbolista con hambre, un jugador con ganas de labrarse un futuro en el futbol; el maduro con visión y autoridad que ejerce un cierto tipo de liderazgo, y el talentoso, que vio interrumpida su progresión hasta bordear el abandono".

Aranzábal, en su libro "Otro futbol es posible. El modelo Eibar", establece los tres objetivos de su equipo en la Primera: competir con argumentos deportivos; construir una nueva realidad en el club para hacer frente a ese desafío, y competir y disponer de una estructura capaz, sin dejar su identidad.

Eibar ha recibido una nueva oportunidad. El equipo más humilde, pero quizá el que mejor sabe lo que es y lo que quiere ser, con el deseo de seguir siendo.

 
 
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