Ahora sí, oficialmente, Ricardo Ferretti es el nuevo director técnico de la Selección Mexicana.

Por lo pronto, el famoso "Tuca" se encargará de dirigir durante cuatro partidos al "equipo de todos"... tradicionalmente explotado por unos cuantos.

En esos cuatro partidos, el adversario de mayor nivel será la escuadra argentina, pero el duelo más importante es el que se sostendrá el 10 de octubre con el conjunto estadounidense, en ara$ de la an$iada Copa Confederacione$.

Al ser presentado formalmente, como suele hacerlo, se mostró congruente en sus respuestas, aunque ya debidamente alineado y con la chamarra tricolor bien puesta. Así, la Selección ganó un técnico y perdió un crítico.

Pero más allá de los gustos de cada quien, son incuestionables la calidad y las calificaciones que como técnico ostenta el flamante tricolor; desde hace muchos años, una y otra vez, un candidato natural para ocupar ese puesto.

Por su amplio conocimiento del futbol mexicano, su sistema de juego bien definido, y su capacidad para sacarle cabal provecho en la cancha a cada jugador, la de Ferretti es una excelente alternativa que les proporciona tiempo a los de pantalón largo, para no precipitarse al tomar la importante decisión.

Porque si con todo el tiempo del mundo suelen "regarla", imagínense precipitados.

Si con la urgencia del partido contra el representativo de Estados Unidos se corría el riesgo de afectar el proyecto mundialista equivocándose con la elección del técnico (¿si no viene Bielsa por qué la insistencia en buscar a otros de afuera?), con ese compromiso ya cubierto podrán, quienes deciden, hacerlo con más calma y supuestamente con mayor tino.

Mientras tanto, con Ferretti hay garantía de trabajo eficiente y profesional en toda la extensión de los términos.

Un tricolor y magnífico "interino motu proprio", que bien harían en convencer para que siga en el cargo.

A ver si quieren, saben y pueden convencerlo.

 
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