Tonta expulsión marca el rumbo

Carlos Bianchezi 'Careca'
en CANCHA


En el partido de la temporada regular más esperado por la afición regia había un legítimo favorito y una probable víctima.

Sin embargo, todo lo previamente imaginado en el Clásico 105, en los primeros 45 minutos estaba resultando irreal, hasta la tonta expulsión de Efraín Juárez.

En el primer tiempo, los Rayados, de una manera deliberada, cedieron la posesión de la pelota a cambio

de los espacios largos.

Con mejores aproximaciones que Tigres y un soberbio gol de Funes Mori, la estrategia le estaba resultando de maravilla a Mohamed.

Los felinos se veían bien hasta los linderos del área rival, pero de poco le servía tener el esférico si carecían de profundidad y desequilibrio individual ofensivo, principalmente de cambios de ritmo.

El "Turco" le estaba ganando al "Tuca" no sólo en el marcador, también en lo táctico.

En su plan de víctima, el DT de Rayados supo perfectamente cómo atraer y dejar mano a mano a Pabon y Funes Mori frente a una defensiva que se veía más lenta que los atacantes.

Sin embargo, la presencia de un imponderable, inexplicablemente provocado por un jugador con mucha experiencia como Efraín Juárez, afectó a Rayados en lo anímico, en lo táctico y también en el marcador final.

Arrancando el segundo tiempo, con un hombre menos, el "Turco" sacó a Pabon y metió a Severo Meza y con esto prácticamente invitó a sus jugadores a defender lo que tenían en la bolsa y prácticamente se despedía de la posibilidad de hacer una hazaña.

Sin Pabon y Cardona en la cancha, el Monterrey se veía como un sentenciado en el paredón de fusilamiento y de ahí en adelante las diferencias eran notorias y lo único a lo que le tiraban los Rayados era a no ser goleados, ésa era la cruda realidad.

Tigres no tuvo la culpa, su gran mérito fue la paciencia, no perder el orden y aprovechar todas las facilidades que le otorgaba un rival que no tuvo argumentos para ni siquiera defenderse bien, cuando sólo a eso se dedicaron en todo el segundo tiempo.

En un resumen breve yo les diría que durante los primeros 40 minutos, en los que estuvieron 11 contra 11 en la cancha, la diferencia en la forma y en los puntos de la tabla general que hacía franco favorito a los Tigres no se veía para nada.

Pero no cometer errores individuales que desestabilizan el juego colectivo del equipo es parte fundamental de un Clásico y en este renglón los favoritos se vieron superiores.

Efraín cometió un pecado y todos los Rayados pagaron la penitencia. Queda en nuestra imaginación lo que sería el segundo tiempo sin la expulsión de Juárez.

Mientras tanto, los puntos y los méritos del Clásico 105 se quedan con los Tigres.

 
 
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