¿Viene una crisis?

Fernando Von Rossum
en CANCHA


Amables aficionados: como se captó claramente el domingo con la lesión a Tony Romo, en un segundo se pueden colapsar toda la preparación, planes y aspiraciones de un equipo.

Sin los servicios de Dez Bryant por un par de meses más, la ausencia de Romo por un tiempo similar complica enormemente las posibilidades de los Vaqueros en sus resultados de esta campaña. La cara de angustia y

desesperación de Jerry Jones al enterarse de la noticia no necesitó diálogo para entenderla.

Ahora bien, ¿está todo perdido?, quizá no, como vamos a ver a continuación. Primero lo malo, tanto Romo como Bryant estarán fuera de acción unas 10 semanas más, quizá un poco menos para el receptor.

¿Y lo bueno?, se preguntarán. En primer lugar, la fortuna ha favorecido a los Vaqueros estando en un grupo que parece un desastre, ni Filadelfia, Gigantes, o Washington parecen listos para arrasar con la división.

En segundo, el mariscal suplente Brandon Weeden fue titular en Cleveland y tiene experiencia y calma, si no el gran talento, para manejar adecuadamente los partidos.

En tercero, está esa excelente línea ofensiva que le dará protección y abrirá huecos para los corredores, y finalmente, está el activo de esa defensiva que ha jugado mucho mejor de lo que se esperaba. Juntando todo echemos un vistazo a los partidos por venir.

Creo que pudieran ganar los juegos contra Atlanta, Nueva Orleáns, y Tampa, y caer ante Nueva Inglaterra, Gigantes, Seattle y Filadelfia. Si esto o algo parecido sucede, al regresar los lesionados estarían con una marca de 6-3 o 5-4, faltando todavía 7 encuentros para terminar la campaña. O sea, estarían en posibilidad de cerrar bien y colarse a la postemporada, incluso como campeones divisionales. Pero para ello, como se vio arriba, tienen que ganar 3 o 4 juegos en los próximos dos meses y medio. Va a estar interesante su saga.

Por otro lado, volvemos a la vital posición de mariscal de campo. Apenas llevamos dos semanas de acción y ya están fuera Romo, Drew Brees en Nueva Orleáns, Jay Cutler de Chicago, y quizá Matthew Stafford de Detroit, además de Josh McCown que quizá regrese el domingo con Cleveland.

Como un sistema solar, los mariscales son el astro rey de la NFL y sin ellos se apaga todo. Y son tan pocos los buenos. ¿Viene una crisis?, lo veremos en la columna del domingo. Por ahora, hacemos una pausa...

 
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