Algún medio deportivo (vaya a saber si de papel, cibernético o de un material que no conocemos todavía) podría publicar el 8 de octubre de 2065 un texto que diría:
"Un día como hoy, de hace 50 años: Suspendían provisoriamente por sospechas de corrupción al Presidente de la FIFA y al de la UEFA. En la Eliminatoria Sudamericana Chile le ganaba a Brasil por primera vez en 15 años;
Argentina perdía en casa con Ecuador; Uruguay derrotaba por primera vez a Bolivia en La Paz; un juez español pedía 22 meses de cárcel para Lionel Messi, el mejor jugador del mundo; Irlanda del Norte clasificaba por primera vez a la Eurocopa; Irlanda vencía a Alemania y por primera vez, un africano presidiría la FIFA".
El camerunés Issa Hayatou, nombrado por mientras, es un todoterreno porque ha logrado sortear, por lo menos hasta ahora, acusaciones de corrupción del Comité Olímpico Internacional y de la propia FIFA. Lleva 27 años al frente de la Confederación Africana donde ha aplicado, según sus críticos, los métodos autoritarios del sultanato de Garoua de cuya élite proviene.
Uno de sus biógrafos, Tunde Adelakun, asegura que Hayatou "cree que sigue instalado en su tierra donde su palabra no se puede cuestionar y nadie acostumbra a preguntarle nada". En una conferencia de prensa después de una elección en la FIFA un joven reportero le pregunta sobre el sentido de su voto. "Tú no eres mayor que mi hijo. No puedes hacerme este tipo de cuestionamientos", le dijo.
En 2010, después de que la delegación de Togo fuera tiroteada en Argelia durante la Copa Africana el gobierno de ese país retiró a su Selección. Hayatou aprobó una suspensión por dos Copas Africanas por injerencia del poder político en una Federación. Unos 20 mil togoleses salieron a protestar. "CAF: Club de los Africanos Locos", "Issa Hayatou: Bin Laden", podía leerse en algunas pancartas.
Hayatou tiene su estilo para conservar su reino.
En abril logró que se quitara el límite de 70 años para ocupar la presidencia. Actualmente, tiene 69 y su mandato expira en 2017. Y puso otra piedra a sus rivales. Cualquier candidato a la presidencia debe ser aprobado por el Comité Ejecutivo, que tiene en sus manos.
"Los medios me llaman dictador y otra cantidad de cosas", se atajó tras su reelección por unanimidad, en 2013.
Havelange, Blatter, Platini, Valcke, Wagner, Chung Mong-joon, Mohamed bin Hammam, Blazer, Leoz, Figueiredo, Li, Webb, Rocha, Marin, Esquivel... (Grondona no aparece porque murió).
¡Vaya selección!
Los mortales vemos como defectos vergonzosos lo que en un mar de tiburones, como el de la FIFA, parecen condiciones naturales.
Menos mal que, y cual si fuera un cuento de hadas, Estados Unidos tiene calentando en la banda a un príncipe de un aliado del Medio Oriente que matará al monstruo de mil cabezas y viviremos felices para siempre.
homero.fernandez@reforma.com
Twitter: @MUNDODEPELOTA
