Hay cosas en el futbol soccer, para no confundirnos, que se manejan como si estuviéramos hablando del futbol americano, y no se puede, bueno, sí se puede, pero no se debe.
Dentro de las estadísticas hay una distinción para la mejor defensa y para el mejor ataque como si ésos no jugaran juntos, como sucede en la NFL.
El defensa central de los Tigres, "La Palma" Rivas, pretende que la
defensiva de su equipo sea impasable en este cierre de torneo y también cita una frase hecha que me afecta el hígado cuando la escucho: "los ataques ganan juegos y las defensivas campeonatos".
¿Qué tiene que ver eso con el soccer?
Pero en la misma entrevista concedida a CANCHA, el defensor felino dice que no sólo los cuatro de atrás defienden, que desde Gignac hasta Nahuel todos tienen funciones defensivas. Ya está hablando de un equipo completo y no sólo de una línea.
Para eso también hay otra frase hecha que va más acorde a nuestro deporte: "el primer defensor es el delantero".
Entonces, ¿cómo otorgarle a la zona baja los méritos de un trabajo hecho por todos?
¿Por qué premiar a una línea ofensiva que por obvias razones depende mucho de lo que se genera en medio campo?
Cuando se premia al ataque o a la defensiva y dejan fuera la zona de transición, para mí la más importante en un equipo, ya que ahí están los creativos y los contenciones, cometen una gran injusticia.
Los contenciones del futbol actual, por ejemplo, que años atrás tenían como exclusivo encargo hacer el trabajo de protección a su defensiva, hoy se han convertido en una eficiente sorpresa ofensiva.
Y les pregunto: ¿un volante de contención como el "Gullit" Peña, que ataca y defiende, hace parte de la defensiva o de la ofensiva?
Y qué decimos de los creativos y volantes por los costados, quienes dentro de sus funciones están crear, distribuir, anotar, mantener la posesión de la pelota y también están obligados a regresar a la zona de recuperación para armar el diseño táctico, sea 4-4-2, 4-4-1-1 o el que sea, y automáticamente se convierten en marcadores.
En el futbol no se puede dividir los méritos por líneas; o trabajan en equipo o no tendrán éxito. Si una pieza no funciona todo el motor se verá afectado.
Para terminar les compartiré una anécdota que el gran portero de la Selección de Brasil, Emerson Leão, quien fue mi entrenador, personalmente me contó.
Siendo todavía jugador, en una charla técnica, Emerson tomó la palabra y pidió a sus compañeros defensivos que evitaran los centros, los disparos de media distancia, los cabezazos y las faltas cerca de área y un compañero le respondió: "si lográramos tal cosa no necesitaríamos a un portero".
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