En un diálogo imaginado, Chivas le habrá propuesto al Pachuca jugar sin defensas. Y los Tuzos habrán aceptado, con la condición de quedarse también sin árbitro.
Y así, el domingo por la tarde se dio uno de esos partidos ilógicos, frenéticos, románticos, que se pueden ver en alguna película épica. Cada llegada era un peligro, cada falta dentro del área un error arbitral y el reparto de
puntos, algo casi inútil para ambas escuadras.
Los Tuzos tienen un problema: no saben mantener los resultados favorables. Tuvieron el marcador dos veces de su lado y no lo supieron administrar. Chivas, amigo de lo mismo, cooperó con su parte y entonces el partido terminó siendo lo descrito: se regalaron más goles que dulces a los niños que tocan a la puerta en estas épocas fantasmales y el desconcierto final inundó a todos. ¿Tendrían que valorar sus directores técnicos el espíritu que impidió a los suyos no dejarse vencer o deberían sufrir de insomnio por las facilidades otorgadas para soltar la ventaja que vivió de uno y otro lado?
El arbitraje, seguro, tendrá que hacer cuentas. Esta semana decidió mal muchas jugadas trascendentales y a dos jornadas de la Liguilla, merece analizarse cada una de ellas.
Diferente fue en el domingo de goles el Toluca-América.
Si el de Guadalajara fue un partido que evoca a los niños que tienen que hacer caligrafía para mejorar la letra -es decir, recordar cuestiones básicas- el del Nemesio Diez ofreció el aroma y el sabor de una Liguilla.
Todos los partidos que contienen muchos goles son emocionantes, pero no necesariamente poseen la misma calidad. Hay maneras diferentes de que un resultado se produzca.
América, que fue sometido por momentos a una gran presión del rival, contestó en la medida que pudo y ambos se complementaron para dar un gran partido, en el que también existieron errores pero con una partitura que ofreció una calidad diferente.
No se trata únicamente de ver las posiciones en la Tabla de unos y otros, sino recordar que el lugar en que habitan Diablos y Águilas está por ahora en una mejor colonia que la de Chivas y Tuzos.
Aquellos son grandes candidatos a pelear el título. Estos son esforzados aspirantes a meterse a la Liguilla por alguna rendija permitida.
Pumas es líder sólido, América su escolta, León un tercer sitio traidor en el pronóstico y Toluca un peligroso perseguidor de todos ellos.
Tigres, que debió ganar es quinto y dos puestos probables en Liguilla son de insistentes polizontes: Veracruz y Querétaro.
Chiapas parece actor de reparto de otra producción pero aparece con justicia en los créditos.
El telón se levanta en dos semanas. El casting se está decidiendo.
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