Señoras y señores, se jugó la Final de Copa en el campo del León; un equipo fuerte, sólido y que presentó su mejor alineación frente a Chivas que la temporada anterior tuvo la oportunidad de ganarle al Puebla la Final y la jugó con un equipo alternativo.

Ahora, su técnico Matías Almeyda formó un equipo alternativo con jugadores titulares, un equipo más sólido, más fuerte y que jugó muy bien al futbol. A final de cuentas, Chivas sale ganador del partido por un remate de cabeza que le da la victoria y una Copa a sus vitrinas.

Se dice que los equipos que tienen historia larga, grande, importante, de títulos; no debe dejar escapar nunca las oportunidades de ganarlos. Chivas había dejado uno y tenía que ganar este. Se lo ganó a un buen equipo, que juega bien al futbol, clasificado a la Liguilla; Chivas no lo está y necesitaría un gran esfuerzo para avanzar, pero presentó un cuadro de muy buena calidad.

Es curioso que un técnico, que en 51 días de trabajo le haya cambiado la cara tan drásticamente a las Chivas, como lo ha hecho Matías Almeyda. ¿Qué ha hecho el argentino? Trabajar con humildad, ha sido práctico, sencillo, ha puesto las cosas donde había que ponerlas.

No es que sea mago ni mucho menos, pero, por las escenas que se vieron ayer en el estadio de León, se nota que Almeyda se ha ganado al equipo del Rebaño; se ha ganado a los líderes, a los jugadores importantes, se abrazó con ellos, se pusieron de rodillas y lloraron juntos; ganó un título de Copa y está consciente de que no ha ganado nada, que tiene que buscar salvar a Chivas y tiene que buscar a ver si puede lograr la clasificación buscando esa salvación.

¿Lo puede hacer? Puede ser. A mí me parece que Almeyda es un buen profesional, experimentado, que conoce bien el futbol mexicano porque lo ha estudiado. Que puede ganar y perder, claro, como cualquier técnico, pero de que le ha dado un cambio radical y de juego al Guadalajara, es indudable.

Hoy, ver jugar al Guadalajara da gusto. Da gusto su futbol rápido, fácil, inteligente, con buen manejo de pelota y bien ubicados en la cancha, defendiéndose bien con porteros sólidos. Es un equipo que lo han trabajado y ha trabajado bien.

Por lo tanto, habrá que felicitar a quien eligió a Almeyda, que fue Vergara, su dueño; habrá que felicitar a las Chivas que consiguieron un trofeo de Copa y hacía mucho que no alzaban ningún trofeo, el último en 2006; y de aquí en adelante, Chivas tiene que buscar ser y regresar a la senda del protagonismo, de los equipos importantes, de las victorias grandes, claves, fundamentales; lo tiene que hacer porque la afición se lo pide y la afición del equipo es muy grande, muy leal, muy fiel y ha sufrido mucho con el equipo.

Felicidades, pues, a las Chivas campeonas de Copa.

 
 
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