Imponentes

Carlos Bianchezi 'Careca'
en CANCHA


En nuestra Liga, jugar bien el torneo regular te alcanza para clasificar, pero para ser campeón hay que hacer mucho más que sólo eso.

Pumas fue el que más puntos sumó en la fase regular, pero su funcionamiento en la Liguilla se ha visto tan mal que si no fuera por las pifias arbitrales no estaría en esta Final.

Los Tigres se vieron imponentes, con una impresionante armonía y

sincronía en todas sus líneas. Podemos decir que si hubiesen sido más contundentes en el ataque, rozarían la perfección.

Dos caminos muy distintos los llevaron a esta Final, muy meritoria la forma con que llegaron los Tigres y muy polémica y descolorida como llegaron los Pumas.

Pero así como lo hecho en el torneo regular no se vio reflejado en la Liguilla, Pumas fue mucho menos y Tigres mucho más, existía la duda de con qué cara afrontarían esos primeros 90 minutos de la Gran Final.

Y no fue necesario mucho tiempo de juego para que Tigres demostrara que parece haber llegado a esta Liguilla importado de otra Liga, una de mucho mayor jerarquía.

Desde el primer minuto los Tigres asumieron sin temor su posición de favorito, tomaron el control de la pelota, se posesionaron del medio campo y en los primeros 90 minutos se equivocaron poco y en el marcador final se reflejó perfectamente el total dominio que vimos en la cancha.

Felicito a Tigres por el inteligente partido que dieron, cometían faltas tácticas cuando Pumas iniciaba sus intentos de contragolpes, tuvo la pelota siempre con la idea de mover al rival y abrirles espacio para finiquitar las jugadas ofensivas, generó buen futbol con salidas claras desde atrás y el trabajo de recuperación fue perfecto ya que sin la pelota todos se involucraban.

Una mención especial al trabajo de Aquino y de Guido Pizarro que dieron un partido redondo.

Los Pumas no cambiaron en nada la pobreza futbolística que mostraron frente a Veracruz y América, su cobardía táctica, indigna de un superlíder, no parece ser una elección y tampoco decisión de su entrenador, esa ha sido su realidad en esta Liguilla, fue menos que todos sus rivales, pero ayer no contó con un error arbitral.

No veo argumentos en este Pumas para cambiar el destino de esta Final, sólo un milagro los ayudaría.

Todo está muy claro, para que Tigres no se consagre campeón del futbol mexicano tendría que dar su peor partido de la temporada y aún así me quedarían dudas de que los Pumas les quitaran el título.

De imponerse la lógica, el futbol mexicano tendrá un digno campeón.

 
 
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