Un gran futuro les espera

Carlos Bianchezi 'Careca'
en CANCHA


Cuando me senté a escribir esta columna me sentí como creo deben estar sintiéndose los Pumas previo a esta Gran Final.

Si se desbocan al ataque dejarán espacios y se los comerán vivos, si se encierran como han hecho en los últimos partidos no harán los goles que necesitan, así que no se ve por dónde salgan vivos hoy.

Ya con todo dicho sobre la infinita superioridad de los Tigres y

la escasez de argumentos mostrados por el equipo de Memo Vázquez en esta Liguilla poco hay que agregar.

Yo podría tratar de poner algo de emoción y expectativas a esta Gran Final apegándome a lo de siempre, que el futbol es una caja de sorpresas, los milagros en nuestra balompié existen o, recordando al Filósofo de Güémez: "esto no se acaba hasta que se acaba".

No creo que algunas de esas trilladas frases tengan cabida en esta Final, la realidad ha sido demasiado cruda para los unamitas.

Programada para 180 minutos y prácticamente resuelta en 90, lo que sigue es que los Tigres finiquiten la faena y festejen su cuarto título.

Ya con todo dicho, mejor hablo del futuro.

La fortaleza y calidad de futbol que el equipo de Tigres mostró en esta Liguilla me recordó al Monterrey de hace unos años atrás y que dejó una lección que le servirá a los actuales Tigres.

Monterrey tuvo una generación brillante que lamentablemente se hizo vieja sobre la mirada inmutable de sus directivos.

Ganaron varios títulos en diferentes competencias, pero no renovaron su cuadro, no mantuvieron fresco y latente un proyecto que les estaba dando frutos.

El tiempo pasó y hoy esos mismos directivos luchan por un cambio, han probado varios proyectos y su desesperación alcanza tal grado que buscan la renovación trayendo a jugadores veteranos.

Señores felinos, de no cometer ese mismo error un gran futuro los espera.

Si han encontrado en este proyecto la identidad que esta institución buscaba, háganla suya y no permitan que nadie lo cambie, ni directivos ni intereses de terceros, ni mucho menos ningún entrenador.

Recuerden que la renovación de un equipo y la continuidad de un proyecto exitoso es como el mantenimiento de una casa o de su auto, debe ser constante. El hecho de ganar hoy no asegura el éxito de mañana, los años comen las piernas de los jugadores, pero a la vez les ofrece la juventud de los que deben sustituirlos.

Deben tener en claro que la duración de un proyecto exitoso será siempre un subordinado de la pronta y acertada renovación.

El Monterrey puso el ejemplo de cómo no se debe hacer, mejor sigan los pasos de un magno equipo como el Barcelona, que pese ser el mejor del mundo son insaciables en tratar de mejorarlo renovándolo año tras año.

La lección ya se la saben de memoria, solo falta ejecutarla.

 
 
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